Historia de La Peza

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Existe numerosa documentación sobre la historia de La Peza, aunque esta está muy dispersa. Según algunos datos, podemos remontar la existencia de esta villa hasta tiempos de los romanos.

La base de este artículo es la cronología que realizó, hace un año (2009) Maria Elia Garrido Balinot. Al final se incluye la bibliografía, en la que se basó para la realización de esta extensa cronología.

Época romana

La Peza estaba situada al borde de la calzada, era un Castrum Romano, para servir de descanso y abastecimiento a soldados y viajeros. Esta calzada unía Granada con Guadix pasando por Beas de Granada, el Cortijo de la Plata, el Collado de Puerto Blanco, el Cortijo de Aguas Blancas, el Collado de Blancares, en verano se pasaba por la cerrada del Umbrión y debido a las heladas, en invierno por los Trancos de la Carrehuela hasta llegar a La Peza. Desde aquí transcurría por el valle del río Morollón, por la margen derecha del río, entre el Cerro Montante y la Loma de Santa Lucía, por los Tajos de Molicias. Una vez que este río se unía al Fardes continuaba hasta Lopera, por donde ascendía hasta los Baños y desde allí bordeando Purullena, llegaba a Acci.

En la esquina superior de la fachada de la Iglesia se ve una columna que según Luis José García Pulido (2008), podría ser resto de un miliario de la calzada a su paso por el lugar.

Castrum.jpg

Se piensa que era un castrum romano, que servía de descanso y avituallamiento, a orillas de la calzada romana que conectaba Iliberia (Granada) con Acci (Guadix)

Un castrum era un campo militar romano. El diseño de los castrum era extremadamente simple, un muro perimetral, rectangular casi cuadrado que envolvía el recinto y que contaba con torres de vigilancia y con puertas en el centro de cada uno de los lados.

Calzada romana

RutaLaPeza.jpg

El trazado pasaba desde [[Granada a Beas de Granada, por el Cortijo de la Plata, por el Collado de Puerto Blanco, por el Cortijo de Aguas Blancas y por el Collado de Blancares. Desde aquí, en inviernos se pasaba por los Trancos de la Carrehuela debido a las heladas y en verano por la Cerrada del Umbrión, y de aquí a La Peza. Se cree que se puso en pleno funcionamiento durante el siglo II.

Desde La Peza transcurría por la margen derecha del Río Morollón, entre el Cerro Montante y la Loma de Santa Lucía, por los Tajos de Molicia. Llegaba hasta Lubayra (Lopera) y de allí subía hasta Cortés, para después bordear Purullena. Esta vía entraba en la colonia J. G. Acci por Paulenca. Aún se conservan restos de esta calzada en los alrededores de La Peza. La señalización en estas vías se hacía mediante miliarios, es decir, columnas de piedra con inscripciones acerca de la ruta y las distancias. Es muy probable que uno de estos miliarios sea la columna de la fachada de la Iglesia. También se conservan restos de una fundición de hierro. Y es que ya en esa época era importante la extracción de minerales en la zona.

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EDAD MEDIA

1125-1126

  • Con la entrada de los almorávides se produce la unificación política en AL- Andalus, pero los mozárabes granadinos se sentían oprimidos por los nuevos señores. Así que escribieron con insistencia al monarca Alfonso I de Aragón, el Batallador, para que los ayudara. A cambio ofrecían apoyo incondicional para derrotar a los musulmanes.
  • En 1125 Alfonso I el Batallador, decide marchar sobre Al-Andalus con 4.000 hombres y al llegar a Guadix comienza su lucha contra los musulmanes. Estableció campamentos en Alcázar y Graena y desde allí hostigó a las poblaciones de esta zona, entre ellas La Peza. Pero tuvo que abandonar su causa pues no encontró todo el apoyo ofrecido por los cristianos, que temían las represalias de los almorávides. Al regresar a Aragón, le acompañan 10.000 mozárabes que no quisieron quedarse y que repoblaran tierras aragonesas. En Granada hubo una repoblación de los lugares abandonados por los mozárabes con habitantes almorávides. Esto se desprende de algunos textos como el encontrado sobre la repartición de las aguas del río Alhama de Guadix en 1139. Es de suponer que estos hechos afectaron también a la población de La Peza.

S. XV

1489

  • La villa es conquistada por los Reyes Católicos. Era conocida como Labassa. Fue uno de los lugares donde se acordaron las capitulaciones por las que se regulaba la nueva situación de los moriscos en los territorios conquistados.
  • También se establece como iglesia la mezquita.

1491

  • En noviembre se le concede la tenencia del castillo a Francisco Pérez de Barradas, maestresala de Fernando el Católico y caballero de la Cruz de Santiago; este fue el que en Granada, con 8 caballos y 2 peones, desbarató a 42 caballeros moros. El valor de la tenencia del castillo era de 60.000 maravedís. La jurisdicción de La Alhambra comprendía, aparte de las alcaldías de las torres del recinto de La Alhambra, las del castillo de Bibataubin, puerta de Elvira, La Peza y todas las torres de la defensa de la costa. Al frente de todos ellos estaban los condes de Tendilla- marqueses de Mondéjar, como capitanes generales del Reino. Según el Catastro de Ensenada, las murallas del castillo medían cuarenta varas de frente y cuarenta y tres de fondo. Dentro tenía aposentos habitables, un aljibe y dos caballerizas, las dos torres que cercaban la montaña y una mazmorra por almenzar.

1494

  • El 19 de enero las justicias mudéjares de La Peza, representando a los vecinos del lugar, firmaron un acuerdo donde se especificaban los derechos que tenían que pagar a Hernando de la Torre, vecino de Guadix, por utilizar de nuevo el baño si éste se comprometía a levantarlo y ponerlo en funcionamiento, puesto que estaba destruido y convertido en solar.
  • El 6 de julio, los Reyes Católicos ceden el solar del baño a Diego de Ribera, maestresala del obispo de Málaga. Tras la conquista del territorio en 1489, y especialmente en las tierras musulmanas donde se habían hecho las capitulaciones, no se guardaron por parte de los mudéjares todo lo acordado y se sublevaron contra la corona castellana y apoyaron a Boabdil, que resistía en Granada. Esto desembocó en que tras pacificar el territorio, los Reyes negasen derechos y propiedades a los mudéjares. En esta situación se encontraba el baño de La Peza. Por lo tanto, el acuerdo firmado entre el concejo del pueblo y Hernando de la Torre no tenía validez.
  • El 22 de julio del mismo año, Diego de Ribera llega a un acuerdo con Hernando de la Torre y le traspasa el baño. A cambio Diego de Ribera y sus herederos recibirían en concepto de renta y enfiteusis parte de los tributos que rentaran los baños durante todo el tiempo que lo tuviera Hernando de la Torre u otro en su nombre, cada año se le entregaría 20 fanegas de cebada de la mejor calidad, entregados a finales de septiembre cada año. Hernando de la Torre no podía ceder, vender, traspasar, etc., el baño sin que lo supiera Diego de Ribera, auténtico dueño de los inmuebles.
  • El 21 de octubre Jerónimo Münzer visita la fortaleza de La Peza, y escribe: “...llegamos al castillo de Lapesa, en un monte altísimo, y allí descansamos aquella noche. Todos allí eran sarracenos, menos el alcaíde, nuestro huésped, que nos alojó al pie del monte. Por la mañana, siempre a través de valles y montañas durante seis leguas, llegamos por fin a la más noble y grande ciudad del reino, llamada Granada.”

1495

  • 2 de enero- Existe un documento que acredita un contrato de compraventa convenido entre Saíd b. Ahmad Kurzuz y Abu ya´afar b. Ahmad b. Asila. El objeto del contrato son fincas rústicas que situadas en el término de Lubayra ( actual Lopera), limítrofes con la alquería de Labassa.
  • 13 de enero, Hernando de la Torre y su esposa María Gómez de Anaya traspasan el baño a otro vecino de Guadix, Cristóbal de Pancorbo. El precio que entregaron los compradores alcanzó la suma de 11.000 maravedís. En la carta de venta se especifica también que si en dos años se tomara la determinación por los monarcas de expulsar a la población musulmana la venta no tendría efecto y los vendedores entregarían el dinero y los compradores el baño.

1497

  • El 27 de octubre, Cristóbal Pancorbo da a censo perpetuo y en tributo a Fernando Gálvez, vecino de Guadix, los baños de La Peza “para que los mejore y no los pueda empeorar, si se cayesen o destrozasen el nuevo arrendatario los debería reparar a su costa”, a cambio Fernando Gálvez debía pagar a Pancorbo 6.000 maravedís.

S. XVI

1500

  • El 19 de octubre, desde Granada, los Reyes mediante una cédula entregaron a Pedro de Mendoza (antes conocido como Hamete Sillero), vecino de la ciudad de Guadix, dos hornos en La Peza, donación que tiene su base en los distintos servicios prestados a la corona y en especial en premio por haberse convertido. Estos hornos pertenecían a las mezquitas y centros religiosos.

1501

  • El 2 de marzo Pedro de Mendoza toma posesión de los dos hornos, y ese mismo día los vende a Bartolomé de Mérida, vecino de Guadix. El precio fue de 25.000 maravedís.

1505

  • En Mayo, por bula que expidió en Segovia fray Diego de Deza, arzobispo de Sevilla, se produce la erección parroquial de la villa con dos beneficiados y una sacristía para el servicio de sus iglesias, la de Santa María y su aneja Santa Catalina de Alejandría en Espique.

1506

  • En el reinado de Felipe I El Hermoso, don Iñigo López de Mendoza, tercer Marqués de Mondéjar y capitán General de Granada, “compró” la tenencia de La Peza al comendador Pérez de Barradas y el soberano acepta que la fortaleza pase a su hijo Luis. Vuelto don Fernando a Castilla, Iñigo de Mendoza confía en que éste respete dicha tenencia, la única que permanece de las dadas por su yerno. Pero no las tiene todas consigo al no existir testimonio escrito de la citada transacción porque, en su día, se negó a efectuarla al pensar “que no sería onesto que tal asiento pasase por escriptura”. Tendilla pagará 200.000 maravedís por la citada tenencia, cantidad que le presta u banquero genovés. Ya en 1509 teme que la falta de testimonio escrito se interprete como que Barradas renunció en su día a la tenencia, quedando esta a libre disposición de la Corona.
  • El 21 de agosto Diego Gálvez, en su nombre y en el de sus herederos, vende a Juan de Moreda el derecho y acción que le pertenecía sobre la cebada, maravedíes y otras cosas del baño de La Peza por 11.000 maravedís.

1510

  • El 29 de noviembre; tras la venta de los hornos a Bartolomé de Mérida, la Iglesia los reclama como suyos junto a todos los bienes que habían pertenecido a las antiguas mezquitas. Así que dicho día, Bartolomé de Mérida, ahora alcalde de LA Peza, presentó ante el teniente de la justicia de la ciudad de Guadix una carta del rey, fechada en Madrid a 4 de noviembre de 1510, en la que “el rey ordenaba al corregidor de Guadix o su lugar teniente que por parte de Pedro de Mendoza, cristiano convertido, le pedía que como al tiempo que se convirtió se le hizo merced de dos hornos de pan en La Peza que había vendido como cosa suya que eran. Poco después la iglesia de la villa le puso impedimento en la venta de los hornos diciendo que les pertenecían.” Pedro de Mendoza expone que recibirá agravio si los hornos pasan a la iglesia ya que deberá devolver el dinero más las costas y daños ocasionados a Bartolomé de Mérida. El monarca escribe a las justicias para que ampare y defienda a Pedro Hurtado de Mendoza en la posesión de los hornos dados en merced.
El teniente gestionó las diligencia oportunas y el 1 de diciembre, el alguacil menor de Guadix da posesión de los hornos a Bartolomé de Mérida.

1513

  • Se comienza una obra que derribó la mezquita, consagrada desde la reconquista como templo cristiano, afectando al baño árabe, el cementerio o ravela, la casa del alfaquí y el alminar.
  • El capitán General del reino el Conde de Tendilla escribe a los concejos de Quejar, Quéntar y La Peza para que refuercen la vigilancia del camino de Guadix a Granada, ya que eran frecuentes los asaltos de los moros a los viajeros. Para ello se ordena aumentar el número de guardias, talar los montes para evitar el escondite a los asaltantes y la construcción de una nueva torre de vigilancia. En La Peza deberán formar cuadrillas de veinte hombres con sus hachas y hocinos junto con el alcalde de La Peza, Bartolomé de Mérida.

1514

  • El Concejo de La Peza pleitea contra Juan de Moreda, a propósito del derecho que decía tener sobre los vecinos de la villa a quienes pretendía cobrar en pan y dineros cierta cantidad anual por el baño de La Peza, que tenía en posesión, y esto aunque los vecinos protestasen diciendo que no querían bañarse. Debido a las obras de la iglesia, el acceso al baño estaba cortado y tampoco recibía agua. Juan de Moreda exigió al corregidor de Guadix que expidiera un documento por el cual él podría disponer de bienes y prendas de los moriscos si estos se negaban a pagar. A pesar de todo aquello los vecinos presentaron una petición a la Chancillería de Granada, querían que se les devolvieran algunas prendas que se le habían tomado a algunos de los vecinos por negarse a pagar. Se escribió a la reina para que en adelante no se le obligara a bañarse sino que utilizaran el baño aquellos que quisieran. Los moriscos, al ser cristianos nuevos, no necesitaba e baño para cumplir con las obligaciones religiosas. Al final el inmueble quedó abandonado.

1515

  • El 14 de agosto, el rey Fernando El Católico encarga en secreto al alcaide de La Peza, Francisco Pérez de Barradas, la misión de impedir la probable huida del Gran Capitán a Italia, vigilando la costa andaluza y el paso hacia esta. De esto podemos deducir que el Conde de Tendilla no pudo demostrar que había comprado la tenencia del castillo.

1522

1524

  • 6 de septiembre, una sentencia en la Real Chancillería de Granada, determina que ningún vecino de La Peza pague cebada ni dineros alguno por bañarse en el baño, más que lo acordado con el bañero.

1527

  • El 9 de julio el Obispo D. Gaspar de Ávalos y el Dean y Cabildo de Guadix, ponen demanda contra los dueños de los hornos, la esposa e hijo de Bartolomé de Mérida, porque dice que pertenecen a la iglesia al igual que todos los bienes con los que contaban las antiguas mezquitas. Al no responder a la demanda llevaron el caso a la Chancillería de Granada. Como ni María Ortiz ni su hijo se presentaron en el plazo establecido, ni mandaron a un procurador, el obispo pidió que fuese acusada su rebeldía y se les hiciera entrega de los hornos con sentencia condenatoria.

1528

  • 3 de marzo, la sentencia del pleito interpuesto por el Obispo D. Gaspar de Ávalos y el Dean y Cabildo de Guadix a María Ortiz de Matute y su hijo Alonso de Mérida, vecinos de La Peza, fue favorable a la Iglesia, condenado a estos vecinos a devolver los hornos a la iglesia en un plazo de nueve días. Se les pide además las rentas y los frutos que pudieron producir aquellos bienes hábices, al menos desde que comenzó el pleito.
  • En agosto de este año, Antón Pérez, procurador de María Ortiz y su hijo, protestan la demanda y la sentencia aludiendo que “los hornos fueron dados a Pedro Hurtado de Mendoza por los Reyes Católicos, que cuando posteriormente la iglesia los reclamó, el Rey de nuevo los otorgó Pedro De Mendoza”. Los reyes disfrutaron de los bienes habices de los mudéjares durante diez años hasta que el arzobispo de Granada los pidió que los cedieran a la iglesia, pero la propiedad de los hornos fue otorgada con anterioridad a esta petición al vecino ya nombrado. Con estas y otras razones pidieron que no se hiciera válida la sentencia. El pleito se dio por zanjado el 6 de octubre, y María Ortiz de Matute y Alonso de Mérida tuvieron que restituir los hornos a la iglesia de La Peza.

1551

  • El obispo D. Martín de Ayala visitó la parroquia y ordenó poner en la entrada de la villa una cruz de humilladero en mármol blanco. La Cruz Blanca.


1554

  • En el Sínodo de Guadix, se trató sobre los límites parroquiales de La Peza. Se determinó que fuesen los beneficiados de la iglesia de La Peza, los encargados de decir misa en el cortijo de Diezma y sus comarcanos. En esta ocasión ya no se hace mención a la iglesia de Santa Catalina, entendiendo que estaba ya abandonada. Por el contrario, si se menciona a la vecindad de la Venta de la Gitana y Venta Quemada.

1561

  • En noviembre, el Obispo D. Melchor de Vozmediano visita La Peza, en esta ocasión es acompañado del beneficiado de la Iglesia de Santiago de Guadix, que se encarga de traducir el sermón en arábigo, para los cristianos nuevos.
  • Los vecinos de la villa continúan usando el árabe hasta la expulsión de los moriscos.

1567

  • En octubre, el obispo D. Melchor de Vozmediano visita por segunda vez la parroquia, pero en esta ocasión la actitud es bien distinta, ya que se dirige a los cristinos nuevos recordándoles las pragmáticas de su Majestad, sobre el abandono de las costumbres arábigas en el uso del baño, el vestido y la lengua. Aprovecha la ocasión para consagrar unos terrenos destinado a la construcción de una iglesia nueva y en los que ya se estaban empezando a trabajar. Por la tanto la construcción de la nueva iglesia estaba planteada antes de que los moriscos incendiaran la vieja en su rebelión.
  • También en este año, los cristianos nuevos del pueblo, pagaron indebidamente a un cobrador que no estaba autorizado para el caso, el diezmo que correspondía al Dean y Cabildo de la Catedral. Su error no les disculpó de pagar dos veces dicho diezmo.

1569

  • En febrero el Capitán Bernardino de Villalta, vecino de Guadix, con una compañía de infantería, pidió licencia y gente al conde de Tendilla para ir a la fortaleza de La Peza con la intención de prender Aben Humeya, diciéndole que unas espías le habían prometido dárselo en las manos. El Conde de Tendilla le concedió para ello tres compañías de infantería. Sin embargo, Bernardino de Villalta lo que hizo fue entrar en Laroles por el puerto de La Ragua haciendo promesas de paz, aunque por el contrario, saqueó y capturó a las indefensas mujeres moriscas que después vendió como esclavas en el mercado de Guadix. Esta acción hizo que los moriscos de la zona que aún no se habían rebelado se unieran con mayor fuerza a Aben Humeya. El capitán fue castigado por ello por el Conde de Tendilla.
  • El 23 de junio Aben Humeya entra a La Peza por el puerto de Espique, acompañado de cinco mil hombres. Persuadió a los vecinos para que se alzasen, unos voluntariamente, otros a la fuerza, porque no quería rebelarse. “Siempre fue La Peza comunidad de diferente sentir, nunca se ajustan todos al voto de uno por justo que sea.” (Hurtado de Mendoza)
A su entrada en la villa, los moriscos incendiaron la iglesia, quedando reducida a escombros, aunque la torre se salvó quedando hasta nuestros días, La Carraca. También apuñalaron al beneficiado de la parroquia, Pedro de Palencia en la puerta de esta, que salió a defender a Marcos Criado.
Estos días tuvo lugar la captura de los hijos de D. Cristóbal de Arce, alcaide de la fortaleza, y que se encontraban fuera de ella en el momento de la entrada de Aben Humeya. Así lo cuenta Francisco Bermúdez de Pedraza:
“El alcaide Cristóbal de Arce, que se encontraba en este tiempo dentro de la fortaleza, no quiso desampararla y se hizo fuerte en ella, y los oros tampoco se quisieron detener a combatirla, pero llevaron dos prendas del corazón, dos hijos suyos y de doña Isabel Muñoz, su mujer, Cristóbal y Andrés de Arce. Habían bajado estos niños de la fortaleza al lugar quedando Aben Humeya entró en él asediándolos, y los maniataron los Moros con deseo de que el padre entregase la fortaleza por la libertad de los hijos, y aunque el alcaide no dio su puñal para matarlos como Don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, pero dejó llevar los corderos, parte de su corazón por no entregar la fortaleza, y lleváronlos a Oxixar el Jueves Santo de este año donde el moro les persuadió para que renegasen de la Fé de Cristo nuestro Señor con ofertas de vida, hacienda y estado, pero los muchachos como cristianos viejos y nobles resistieron a las promesas y amenazas y ofrecieron sus vidas voluntariamente al martirio, efectos de buena sangre, y aquella noche condenó el rey al inocente Cristóbal, era el mayor de los dos hermanos aunque no tenía más de trece años, pero su muerte fue maravillosa por las circunstancias de ella: el nombre de Cristóbal, el día en que se ejecutó, Viernes Santo la muerte de Cruz, con que me persuado que tuvo el rey moro algún ludio por al feffor* El Viernes Santo por la mañana fue Cristóbal crucificado y su hermano Andrés atado a los pies de la cruz para que renegase atemorizado con la horrible muerte de sus hermano y guardole nuestro señor para testigo y cronista de ella, dos días estuvo vivo en la Cruz el ilustre mártir, y ambos hecho un apóstol y predicador de la fé de Cristo a su hermano. Le persuadió para que mirase por su alma y no se dejase vencer de halagos ni amenazas de los moros, que estuviese como buen soldado de Cristo, fuerte en la fé católica, y no renegase de ella: y ponderaba mucho Andrés que siendo su hermano tartamudo le hablaba muy claro. Era Andrés de nueve años, y con valor de noventa le prometió morir por Cristo: y muy condolido de ver derramar sangre de su hermano, le preguntaba si le dolía mucho las heridas de pies y manos, y Cristóbal le respondió que no le dolían, antes le parecía que estaba como e una cama de flores olorosas; o celestial auxilio de los mártires! Para mayor gloria del martirio, estando los dos hermanos diverridos en estos coloquios, al segundo día pasó por Oxixar una tropa de moros, y viendo en la Cruz a Cristóbal, le dijo uno: todavía vive este perro? Y le dio una herida en el costado, con lo que Cristóbal, alabando a sus creados puso el alma en sus manos. Los moros llevaron consigo a su hermano Andrés y después de reducidos al servicio del Rey nuestro seño, le restituyeron a sus padres para historiador del gloriosos martirio de su hermano.”
En la obra de D. Diego Escolano de Ledesma, arzobispo de Granada, menciona que los sarracenos sitiaron la fortaleza en la que se habían refugiado todos los vecinos que habían escapado. Cristóbal de Arce escribió a Granada y a Guadix pero no recibió ayuda, y después de llevar varios días sin agua, Andrés y Cristóbal “como los más alentados soldados”, y por que su posición alentaría a sus vecinos, decidieron salir del castillo con algunos hombres para conseguir llevar agua. Cuándo estaban apunto de regresar, los moros les asaltaron y apresaron a Andrés, Cristóbal regresó al castillo llevando el agua, pero más tarde corrió la misma suerte. Añade Escolano de Ledesma, que Cristóbal no murió por la herida en el costado, y que por ello le arrojaron a un zarzal para alargar su tormento.
Justino Antolinez de Burgos, en su “Historia Eclesiástica de Granada”, escribió esta historia cuando aún estaba viva una hermana de Cristóbal y Andrés, María de Arce. En esta dice que cuándo Cristóbal volvió al castillo con el agua, los moros enfurecieron y apretaron el cerco al castillo, llegando a destruir parte de la torre. Los cristianos que quedaron dentro, asediados y presionados por la sed y los pactos que ofrecían los sarracenos, acabaron por entregarse, entre ellos Cristóbal. Como tanto Guadix, cómo Granada están cerca al pueblo, los moros arrasaron con las pertenencias que encontraron en las casas y en el castillo y se retiraron a La Alpujarra.
  • El 24 de septiembre, el Beato Marcos Criado padeció martirio. Durante tres meses, fray Marcos Criado continuó pastoreando a los cristianos que quedaban en la villa, hasta que en septiembre los moriscos le capturaron. Los moriscos le echaron manos arrojándole en la plaza pública a merced de mujeres y niños que le maltrataron. Después, en un lugar próximo a la población que se conoce todavía como fuente de Belchite, le ataron a una encina por debajo de los brazos y por la cintura de manera que no tocase con los pies el suelo. Sin hueso sano por las pedradas, desangrado, esperaban que muriese de sed y de hambre. Así lo cuenta Francisco A. Hitos en “Mártires de la Alpujarra en la rebelión de los moriscos”: “padeció martirio por aquellos enemigos acérrimos del nombre cristiano, de mandato de su jefe Abencota, fue cogido el Siervo de Dios, e incitado vanamente a que abandonase la fe verdadera, después de otros tormentos, sufrió el martirio a pedradas, atado a una encina, junto al pueblo de la Peza. Durante los tres días que permaneció allí colgado, rogó a Dios por sus perseguidores, y predicó la fé católica; hasta que le abrieron el corazón, que inmediatamente comenzó a brillar con esplendor admirable, teniendo esculpido el santísimo Nombre de Jesús, que también se dice haberse ostentado en las bellotas de la misma encina”.
Después de la guerra y volvieron a la villa los “moriscos de paz”. Fueron los moriscos convertidos sinceramente a la fe cristiana, después de presenciar la milagrosa muerte de fray Marcos Criado, los que iniciaron el culto al mártir.

1571

  • “En nombre de su Real Majestad, se toma posesión de real y corporal de hornos y molinos, hazas y viñas, arboledas y huertas, hazas de tierra de riego y de secano y de los prados y pastos, valdíos y de todas las otras tierras y heredades, que tenían poseían los moriscos vecinos que fueran de esta villa y de todos los bienes tierras de esta villa sus términos, desde la piedra del río hasta la hoja del monte.”
  • El 19 de octubre, al realizarse el Apeo de la villa, los seices dicen cómo está la ciudad y su territorio: “está sentado en una ladera al pie de una sierra redonda, y encima desta sierra está una fortaleça cerrada con sus torres y tiene aposentos habitables y plaça y torre almenado con su reducto puesto sobre una peña, y tiene un aljibe dentro de agua lluvia que dicen caber quatro myll cántaros, y tiene dos caballeriças y una mazmorra por almacén, el cual está poblado por su alcaide y gente de su casa, y an estado en el diez y seys soldados”. La iglesia está quemada. La ermita de San Sebastián estaba fuera del lugar. Otra ermita estaba empezada a construir. Había otra iglesia dedicada a Santa Catalina. Tiene 250 vecinos, de ellos 200 eran moriscos. De las 200 casas unas 90 se podían habitar y eran de los moriscos. Había 5 casas y mesones, 2 hornos de la iglesia, 3 molinos de pan. La Iglesia tenía 10 días al mes en ellos. El Cortijo de Diezma tenía 9 casas de moriscos. Otras poblaciones son Sillar, Darro y Lopera, que son cortijos de Doña Elvira Arnula y los de Sillar, Rías y Tubelir. En las parte de la Sierra otros cortijos de cristianos viejos que son Tablillas, el Freile, Linarillos, Montefría, el Robledal, el Ruhamin, el Duaya. Todos estos cortijos están dentro del término de La Peza. Además la población de Bredina. La Peza contaba con 2500 fanegas de secano pertenecientes a los moriscos y 130 onzas de morales y árboles también de moriscos. La acequia de Alpalacite regaba 100 fanegas, 90 de ellas de moriscos. Acequia de Alanobra o Alcanbra: 15 fanegas de moriscos y 2 de cristianos viejos. Acequia de Conayque o Comitar: 100 fanegas, de ellas 93 de moriscos. Acequia de Marjen, Majan o Mujan: 120 fanegas, de ellas 110 de moriscos. Acequia de Jagulos o Jugulos: 20 fanegas de moriscos. Fuente blanca: 50 fanegs. Acequia de Jarila o Haryla: 20 fanegas. Acequia del lugar: 20 fanegas. Acequia de Espique: 26 fanegas, desviadas del pueblo. Acequia de Colan, no lo sabemos. Acequia de Xibaravra: 10 fanegas. Además 20 fanegas de viñas.
  • Se empieza a construir la nueva iglesia: “ que están empezados a hacer los cimientos hasta la farda de la tierra”

1573

  • Visita de la Inquisición- En la relación de visita que hizo el doctor Diego Mesia de Lazarte Inquisidor Apostólico de la ciudad y Reino de Granada, aparecen las visitas realizadas a La Peza, y detalladas de la siguiente manera:
  • Diego de Balbuena, vecino de Lapeça. Está testificado por un testigo de que aviéndole dicho que paresciese porque el juez eclesiástico le avia citado dixo “ame de llevar la capa la justicia eclesiástica” y respondiéndole que si no tenia otra cosa, replico el y dixo si la iglesia pretendiere que me lleven a mi la capa, volverle he las espaldas. Alegó contestes y no se examinaron hasta consultarlo al tribunal.
  • Isabel, esclava de Luis Alférez, de Lapeça. Está testificada por un testigo de ceremonias de moros.
  • Miguel, esclavo de Luis Alférez, de Lapeça. Está testificado por un testigo de ceremonias de moros.
  • Melchior de Sanct Martín, beneficiado de Lapeça. Está testificado por un testigo que dos noches areó estando jugando se avía encomendado a los diablos mechas vezes y que la segunda noche avía dixo de por vida de Dios, y que a la mañana, cada uno de los dichos días, avía ydo a decir misa sin confesarse.
  • María, muger de Ayllón y tres hijas suyas, vecinas de Lapeça. Están denunciadas por un testigo de ceremonias de moros.
  • Miguel Abuxey y Alonso y Francisco, sus hermanos, vecinos de Lapeça. Están testificado por un testigo de ceremonias de moros.

1580

  • El 30 de abril Felipe II vendió y dio ceso perpetuo de 1500 ducados anuales a los 130 vecinos y nuevos pobladores de La Peza, toda la hacienda que en dicha villa y su término fue de moriscos alzados y llevados.
  • Aproximadamente, por este año comienzan a celebrarse las fiestas patronales con toros.

1592

  • Visita de la Inquisición, Dr. Mesia de Lazarte. En esta ocasión las acusaciones fuero para:
  • "Alonso López y su muger, moriscos, habitantes de Lapeça, jurisdicción de la ciudad de Guadix. Fueron testificados por un testigo muger, que estando haziendo, un viernes, unas gachas, una muchacha de siete u ocho años, hijos de los susodichos, entró en su casa y le preguntó con que havía de comer aquellas gachas, y diciéndole que con leche, dixo la dicha muchacha, que en su casa no las comían sino con sevo y que aquel día, que era viernes, las havían comido con sevo porque teía su madre una torta de sevo y cada vez que hazían gachas cortava un pedaço de la tora y a echava encima de las gachas para comellas.
  • Francisco Maldonado, beneficiado de Lapeça. Fue testificado por un testigo muger, que avrá tres años que estando en Diezma, fue a confesar con él y estando hincado de rodillas a sus pies, le dixo el dicho beneficiado que se detuviese y no santiguase y así lo hizo, y el clérigo le dixo palabras amorosa, y respondiéndole ella que no tratase dello que si quería confesarla que la confesase, porque se yría a otra parte, y el clérigo la confesó y la absolvió.

S. XVII

1606

  • Ampliación de la iglesia nueva.

1614

  • Visita de la Inquisición- Doctor don Pedro Hurtado de Gavira. La visita a Lapeça tuvo la siguiente causa:
Ysabel, moça de un mesón del lugar de Lapeça, termino de Guadix. Fue testificada por quatro testigos, dos varones y dos henbras, que los dos declaran como riñendo a la rea porque vivia mal, avía respondido “no hurte yo que estar amancebada no es pecado” y los otros dos deponen que reprehendiéndola porque tratava a mala parte con ciertos moços, respondió” no ande yo con los casados que con los moços no es pecado”. Abiéndose remitido las testificaciones al Tribunal se acordó en él, que la rea pareciese personalmente y se hiciese su causa con ella siguiendo las audiencias y aunque se a buscado hasta ahora no a percido.


1624

  • Se amplía la nave de la iglesia desde el arco toral hasta la sacristía actual. La obra la realiza Francisco Marín, albañil de Guadix.

1630

  • 27 de diciembre, con motivo de la fiesta de los “Alcaldes Inocentes”, se produce un altercado en el que acaba herido el cura Antonio Romo Jiménez. Esta celebración tenía el día de antes de los Santos Inocentes y en ella se subastaba las varas de la justicia de los alcaldes ordinarios de la villa. Durante unas horas los vecinos que ganaban la subasta, administraban la villa, mandando a los vecinos lo que se les ocurría con la advertencia de no pasarse. En este año, Pedro Moreno consiguió una de las varas, pero el alcalde legitimo intentó quitársela a él y a Andrés Carmona, el otro vecino ganador de la subasta, acusándolos de “haber movido pendencia dos veces”. Pedro Moreno intentó refugiarse en la iglesia, siguiéndole mucha gente con armas blancas y palos. El cura, intentando mediar en el alboroto, para que se respetase la iglesia, resultó herido por Gabriel Ocón, que estaba con un cuchillo de monte golpeando sin distinguir a nadie.

1631

  • 6 de noviembre, Don Pedro Tesifón de Moctezuma, Conde de Moctezuma, biznieto del último emperador mejicano compró la villa de La Peza, convirtiéndola en señorío. Desde entonces pasó a llamarse Monterrosano de La Peza. Según consta en la escritura, D. Pedro Tesifón compró el lugar por un precio estimado a razón de 18.130 maravedíes por vecino o por 7.250 ducados por legua legal. Se ajustó el precio total a 3.626.000 maravedís, un total de 200 vecinos y una legua de término. El conde se comprometía a pagar esa cantidad de dos veces; la mitad en un plazo de tres años y la otra mitad, un año después. Al comprar la villa adquiría la jurisdicción civil y criminal, alta, baja, mero mixto imperio, penas de cama y de sangre, mostrencos y demás rentas jurisdiccionales.

1632

  • En octubre, con la recién llegada del conde, con motivo de las fiestas por la Virgen del Rosario, “ se hicieron fiestas de procesión, comedias y danzas, y corrieron toros y hicieron otros regocijos como tiene y han tenido costumbre...”Los toros aquel año se hicieron aprovechando un solar destinado para la iglesia, y que a estaba consagrado como tal iglesia. A pesar del apercibimiento hecho por los eclesiásticos al Conde de que el sitio era lugar sagrado, y que incurría en excomunión si persistía en su propósito de hacer la corrida en el solar de la iglesia, los toros se hicieron y Moctezuma fue excomulgado.

1637

  • El 9 de diciembre, el Rey concede al conde la parte de monte de realengo que la Corona decía tener en el término. En respuesta a ello, los vecinos sacaron a relucir el Apeo, en el que estaban comprendidos todos los montes, y que demostraba que Felipe II había vendido a los vecinos las propiedades de los moriscos alzados, “ y toda la demás hacienda que en dicho lugar y en su término pertenece y pueda pertenecer a su Majestad...” Se interpuso un pleito contra el conde en la Junta de Población de la Real Chancillería de Granada.
  • Muerto el Conde, un año más tarde, seguiría el litigio su esposa, Dª Jerónima Pórrez del Castillo, en nombre de sus hijos menores, Teresa y Diego Luis de Moctezuma.

1646

  • El 13 de abril, el Supremo Consejo de Castilla declaró el uso y aprovechamiento del monte, que no la propiedad, del común de los vecinos: “que los dichos condes don Diego y doña Teresa... no puedan venden ni prohibir a los dichos pobladores que ahora son y en adelante fueren en la dicha villa el uso y aprovechamiento de poder pastar con sus ganados la hierba y bellota del dicho monte, de cortar y sacar de el la leña verde que hubiere necesidad para los aperos de sus labranzas, fabricas y reparos de sus casas y de sus familias, sin por ello incurrir ni llevarles pena alguna, guardando los dichos vecinos pobladores en el uso de los dichos aprovechamientos las leyes del reino y ordenanzas que sobre ello hablan...”
  • En los informes de la Junta de Población del Reino, se decía de La Peza que era una población de más de cien vecinos “ abundante en todo”, destacando por su producción de seda y ganado.

1652

  • Dª Teresa de Moctezuma hizo una petición al Consejo e la Hacienda, para cobrar los retrasos de sus rentas americanas, en los censos de la villa. Los informes enviados por la Junta de Población del Reino presentan ante el Consejo una situación dramática. Una serie de accidentes climáticos habían arruinado la agricultura, base económica de esta tierra. Las heladas acabaron con los olivares y la producción de seda. LA sequía fue otro de los factores adversos, pues impidió labrar la tierra, salvándose aquellos terrenos que pudieron aprovechar la poca nieve de Sierra Nevada.
  • Otro de los informes, estima en ciento treinta los vecinos de la villa; los cuales “ deben pagar cada año 390.000 maravedís, las dos terceras partes el día de Todos los Santos, y la otra tercia parte el día de San Juan de junio del año siguiente, todos juntos de mancomún y cada un por el todo” Todas las rentas de la gente de la villa estaban consignadas al pago de la gente de la guerra de la costa, la Alambra y los salarios del Marqués de Mondéjar y otros ministros. Aún así, debía 169.584 maravedís hasta 1650 y, a partir de esta fecha 390.000 maravedís cada año, lo cual tampoco se había cobrado.

1653

  • 22 de abril, Informe pedido por el Consejo de Hacienda al Presidente de la Junta de Población del Reino de Granada: “Estos lugares están a pique y no pueden pagar sus deudas y pueden despoblarse cesando la defensa. Se a elado y secado los olivares y los grandes bientos derribado muchas morales con que se criaba la seda que el fruto más principal de aquella tierra, los castaños y los más años no an cogido lo que an sembrado por no aber llovido ni nebado cosa considerable y la poca niebe que abía en la Sierra Nebada cuyas vertientes tocaban a el dicho marquesado la van llevando los ayres y desaciendola faltando a el tiempo que con la corriente se abían de regar las tierras y solo se regaban as más cercanas a la sierra y las demás se dejan por labrar y están yermas por aberlas sembrado algunos años y aberse perdido respecto de ser tierra que no regándose si deja de llober ocho días el verano se secan y pierden los panes y quedan destruydos los pobres que an sembrado y que con los grandes fríos se a elado la bellota, las encinas algunos años y la oruga tiene destruidos los arboles con que cesa la cria de los ganados y conserbación de ellos y que en particular por Junio del dicho año pasado hizo tan grave tempestad de ayres que dejó destruydos los lugares por aber arrancado la mayor parte de los morales quedando echas pedaços las ramas de los que quedaban qe en muchos años no se podía recuperar el daño que hiço y que el dicho censo perpetuo que me pagan es muy grande y mayor que el de los lugares circunbecinos”.

1664

  • El Consejo de la Hacienda reclama a D. Diego Luis, segundo conde de Moctezuma, parte de la cantidad por la que su padre había comprado el señorío, o que demostrase haber pagado el importe establecido en la escriturad e venta. L conde se excusó diciendo que no tenía conocimiento de la deuda y que su padre no la mencionaba en el testamento. Como tampoco tenía el justificante de haber efectuado tal pago, suplicó que se le perdonase la deuda.
  • También en este año hay referencia a un pleito que Dª Ana María de León, viuda de D. Pedro de Quesada, dueño de los dos hornos de pan, interpone a varios vecinos que habían hecho en sus casa hornos particulares para cocer su pan, pero que también utilizaban numerosos vecinos pagando su renta correspondiente. Por esta razón, había tenido que cerrar uno de los hornos por los que ella pagaba censo perpetuo por a la iglesia de La Peza.

1693

  • Un año después de la muerte de la tercera condesa de Moctezuma, la villa de La Peza pasaba de nuevo a la Corona, por impago.

S. XVIII

1701

  • Existe documentación sobre un pleito que mantiene la Hermandad del Santísimo Sacramento contra los alcaides ordinarios de la villa por vender y retener el fruto de un pedazo de monte en la Solana del Barranco Biedma y Hoya del Rey, del que la hermandad disfrutaba hacía más de veinte años para los gastos y fiestas de la misma.

1716

  • El 21 de marzo, el maestro de obras Francisco García cambió el altar mayor a su emplazamiento actual. Hizo la sacristía y abrió la puerta principal del templo, realizando su portada.

1723

  • El 24 de mayo Salvador Guerrero hizo el coro de la iglesia.

1734

  • Se ultimó la nave de la iglesia.

1771

  • El 30 de marzo se realiza el arco de la capilla mayor de a iglesia , y la capilla y camarín de la virgen del Rosario.

1790

  • El 14 de junio se comenzó a construir la torre nueva en el solar del antiguo cementerio. Cristóbal Sanz de Mayor, el cura, sufrió la incomprensión de una parte del vecindario que no quería dicha obra. Le acusaron de emplear mal los caudales de la Iglesia. El motivo de la construcción fue que la torre vieja, La Carraca no podría soportar por mucho tiempo el peso de las campanas y había riesgo de derrumbe.
  • En este año también se realiza la tribuna del órgano.

1792

  • El día de San Antonio, se hace una corrida de vacas sin los permisos correspondientes. Los alcaides del pueblo pasaron la mano y consintieron el festejo sin caer en la cuenta de que las mieses estaban a punto para la siega, las vacas se escaparon, y los aficionados corriendo detrás de ellas destrozaron las cosechas. De ello hay constancia por la denuncia que se interpuso contra los alcaides. Estos alegaron que la corrida se había hecho en obsequio del Santo del día, y suplican que se les perdonasen los 50 ducados de multa.

S. XIX

1810

  • Entrada de los franceses en el pueblo. Resistencia del pueblo encabezada por el Alcalde Carbonero. La historia de esta gesta fue recogida por Pedro Antonio de Alarcón en su relato "El Alcalde Carbonero"

1840

  • Muere en La Peza el Obispo Don José de Uraga.

1899

  • El Papa León XIII beatificó a fray Marcos Criado.

S. XX

1903

  • Se crea en La Peza la “Sociedad de Amigos de la villa de La Peza . Los objetivos de la Sociedad eran “fomentar la ilustración en general, promoviendo el desarrollo de los intereses materiales y morales en la localidad”. Para conseguir estos fines pretendían “la creación de cajas de ahorros, sindicatos agrícolas, escuelas de adultos y de niños, promoviendo conferencias científicas y demás, adecuadas a su clase, estimulando de este modo la actividad intelectual”, recompensando la laboriosidad, la abnegación o el heroísmo.

1912

  • Nace el escritor José Fernández de Castro. Sus obras son:
- La sonrisa de los ciegos (1950)
- A la sombra del árbol de los besos (1952)
- Sentido estético del amor (1953)
- El chaqué y otros relatos (1960)
- Antes del último instante (1967)
- Víspera de San José (1971)
- La tierra lo esperaba (1974)
- Balada del amor prohibido (1980)
- Alejandro Otero, el médico y el político (1981)
- Ismael de la Serna (1989)
- Juan José Santa Cruz y las cumbres de Sierra Nevada (1990)
- Bajo el cielo de Granada (1988)
- De un verano a otro (1993)
- Ramas de mi árbol. Memorias de Granada desde el Carmen del Alba (1995).
- El hombre al que mató la música y otros relatos (2000)

1936

  • Comienza la Guerra Civil, quedando La Peza en el bando republicano.

1939 a 1952

  • Se vivió en España el fenómeno de los Maquis, guerrilleros contrarios al régimen que se refugiaban en las sierras y montes. La Peza fue lugar de origen y de paso de algunas cuadrillas de maquis.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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  • Asenjo Sedano, Carlos: “ Por tierras de Granada”
  • Antolinez de Burgos, Justino: “ Historia Eclesiástica de Granada”
  • Álvarez Nogal, Carlos: “El Conde de Moctezuma en el Reino de Granada”. “ El Reino de Granada y el Nuevo *Mundo” V Congreso internacional de Historia de América, 1992.
  • Barrios Aguilera, Manuel y Sánchez Ramos, Valeriano: “ Martirios y Mentalidad Martirial en las Alpujarras”.
  • Bermúdez de Pedraza, Francisco: “ Historia eclesiástica de Granada”
  • Eguaras Ibáñez, J: “ Un texto Árabe Granadino” (1954)
  • Escolano de Ledesma, Diego: “ Memorial de los mártires de la Alpujarra, 1568”
  • Espinar Moreno, Manuel: “ Rentas y Tributos de los años de las tierras de Guadix: el baño de La Peza (1494-1514)” en Coloquio Internacional de Historia Medieval Andaluza.
  • Espinar Moreno, Manuel; Quesada Gómez, Juan José; Sáez Medina, Juan: “La villa de La Peza. De lo Musulmán a lo cristiano. El ejemplo de la mezquita convertida en iglesia y tros materiales.”
  • Espinar Moreno, Manuel: “Problemas plateados tras la repoblación cristiana en las tierras de Guadix. El ejemplo de los hornos de La Peza y otras noticias sobre la iglesia”
  • Espinar Moreno, Manuel: “ El reparto de las aguas del río Alhama de Guadix en el siglo XII (1139)” en Estudios sobre Málaga y el Reino de Granada en el V Centenario de la Conquista, Málaga,1987, págs 235-255.
  • Gallego Roca, Francisco Javier: “ Morfología urbana de las poblaciones de Granada a través del Catastro del Marqués de la Ensenada”.
  • García Fuentes, José María: “Visitas de la Inquisición al Reino de Granada”
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  • Garzón Pareja, Manuel: “ Señoríos del Reino de Granada” en Boletín de la Real Academia de la Historia. Tomo CLXXIV, cuaderno I. (1977)
  • Gallego Burín, Antonio: “ Los moriscos del reino de Granada, Según el Sínodo de Guadix de 1554”
  • Henriquez de Jorquera, Francisco: “ Anales de Granada”
  • Hurtado de Mendoza, Diego: “ Guerra de Granada”
  • Hitos, F: “ Mártires de La Alpujarra en la Rebelión de los moriscos, 1568” Madrid, 1935.
  • Jiménez Mata, María del Carmen: “Unas referencias en torno a dos balawis de Labassa” en Andalucía Islámica. Textos y estudios, II- III ( 1983), págs. 107- 110.
  • López de Coca Castañer, José E.: “ Tenencias de las fortalezas en el reino de Granada en época de los Reyes Católicos”. Homenaje al profesor Juan Torres Fontes”

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