Cultivos de nuestra vega

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Años de 1930 a 1970


Cultivos de patatas, cañamo, lino y tabaco

Durante el periodo interrumpido por la Guerra Civil de 1936 a 1939 y los años de posguerra de hambre, hasta el año 1950, se incrementó en Cájar el cultivo de la patata, bajando su rendimiento el Lino y el Cáñamo , para desembocar, más tarde en el Tabaco .


Se fué perdiendo el cultivo de la Remolacha , que en Cájar había durado cerca de 40 años o más, quizás hasta 1950. Se desmantelaron sus fábricas y los tranvías, dejaron de cargar los vagones en sus paradas de Puente y el Retiro, junto con el transporte por las Calles del pueblo, con los carros de bueyes y mulos.
Era todo un espectáculo, este movimiento de las Remolachas que algunos pocos del pueblo, han presenciado, los que ya pasamos de los 50 y sobre todo los que pasan de los 70, son fronteras entre estos tiempos y otros más viejos y los que ahora corren.


Entra en juego el Tabaco con gran mano de obra que ocupa a gran cantidad de mujeres, que junto con el mondado de la Panocha de Maiz , el desfarfollo, sería una ocupación muy rentable, dedicando a ello, hasta la juventud quinceña. Pareció que el Tabaco podría ocupar el lugar de la Remolacha , pero su etapa de esplendor fue corta y también fue agotándose lentamente, quedando una superficie de 5 Has... no llega a 100 Marjales y menos tadavía, pues se han rebajado las licencias que se entregaban por el Organismo de la Tabacalera.

A partir de 1940 baja, casi de todo, el cultivo del Lino y del Cáñamo , hasta perderse por completo, cubiéndose de tierra a las 4 albercas, que había en este término: En el Camino de los Coches, por encima del mismo y en el 1º Leñador , otra en el Viernes, que antiguamente fue lugar de las eras reunidas, en 1680, otra estaba donde hoy tenemos el Colegio de Lux Mundi , debajo de la residencia de las monjas y otra había en los chalés que hay en la Plaza 1º de Mayo , debajo también de las monjas.
Las patatas fueron, en su tiempo, muy famosas en Cájar, sembrándose hasta 1.000 Marjales , la mitad de la vega con producción de 2.000 Kg, por Marjal.


Todavía queda trigo en nuestra vega

Aunque va perdiendo su campo de siembra el Trigo , sigue presente en nuestra vega. Ya van quedando atrás los años de los Moriscos y los primeros pobladores, que habían tomado este cereal, como base de nuestra agricultura. Pero en los años 1940 a 1950, había en Cájar una siembra de Trigo bastante considerable, haciendo juego con el Lino, Cáñamo , Remolachas y Tabaco , Maíz y patatas.

De los 2.500 Majales de regadío de esta vega nuestra, que son unas 133 Has, había de siembra de Trigo , al menos 10 Has. que son unos 200 Majales.


Rendimiento y siega a mano

Pero en este tiempo, la cosecha de Trigo era superior a los primeros pobladores e incluso muy superior a los de los años 1750 que hemos escrito de los tiempos del Marqués de la Ensenada
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.

El rendimiento de un Marjal de Trigo , que no se revolcara, era superior a los 300 Kg, cerca de 6.000 Kg, por Ha... y este Trigo antes de que llegaran las máquinas segadoras, había que segarlo a mano, y esta es una de las faenas más fuertes del trabajo veraniego, que más agua pedía el cuerpo y más comida se necesitaba.
Porque la siega empezaba al amanecer, con los primeros pájaros madrugadores y terminaba a las 12 de la mañana, para continuar por la tarde, a la caída del sol, sacándole 10 o 11 de siega a cada dia.

Segarse un obrero 2 Majales al dia era una hazaña no compartida por todos.


Las eras y las parvas

Hacer la era y trillar

Luego, cada labrador, hacía su era o varios labradores hacían una era en común, en el lugar más idóneo, para que entrara el aire de aventar, es decir sacar el grano de la paja, con la ayuda del viento, echando al aire el bieldo, con el grano y la paja una vez que se había trillado. Pero primero el trigo en haces, se echaba en la era que se hacia de barro, con la azada y el agua, hasta quedar la tierra como enlucida y esperar a que se secara, para poder echarle el haz de trigo y empezar a trillar, con una yunta de mulos y el trillo, con ruedas, que cortan la mies.Y así se van dando vueltas y vueltas, a lo que se llamaba parva de trigo, hasta quedar ya totalmente molido y apto para arrumbar, es decir para agruparlo todo en una pila alargada y empezar la faena de aventarlo, o lo que decíamos nosotros el Abliento, aunque esta si es palabra de diccionario.

Las parvas de trigo, eran más grandes que otras, dependiendo de la cantidad a trillar, y en ellas se empleaban, una o dos yuntas de mulos, para la trilla, y estas yuntas venían casi siempre, de La Zubia, que siempre fue pueblo de trilleros y pajeros, hombres fuertes de salud , que aguantaban, firmes el fuerte sol de nuestras eras. Y con una o dos yuntas la parva de miles de trigo, necesitaba de dos a tres dias para dejarla molida y dispuesta para el arrumbe casi siempre al anochecer.

Se tragaba mucho polvo en el trabajo, tanto o más que en el de la siega, porque era todo un día con los mulos moviendo y trillando el trigo y los hombres, volviendo las parvas, para volver a trillarlas, tras vueltas y vueltas y el sol pegando fuerte, esperando un relevo de voluntarios, que se sienten en la silla de la máquina de trilla, para tumbarse un rato, en el chozón era cuatro palos o merchicales hincados, sujetos por otros cuatro palos por la parte de arriba y cubiertos por la misma mies de trigo y algún que otro estero o sábana de era y que permitían meter, en su interior, las herramientas de la era, que se describen en la fotografía, sin olvidar el pipote de agua, colgado de un palo y a la sombra.
Así se veía la vega desde la Calle Durán, a la salida del pueblo, con los 667 chozone y las yuntas que vienen a la de la casa de D. Luis Tovar Marín, el médico, en la misma Calle Durán, aprovechando los árboles allí existente con amplia sombra y llevando antes al pilar a las bestias para beber agua.

Todo esto ha desaparecido. Y al dia siguiente había que empezar otra vez con la trilla, hasta dejar la parvan arrumbada, para con la ayuda del aire poniente, ir sacando el trigo de la paja echándolo al viento, con los bieldos y finalmente una vez limpio el trigo, ir envasándolo, en las fanegas o sacos de tela, con la medida que entonces había con su nulo medidor, que entonces había con su nulo medidor que se llamaba fanega, media fanega, o cuartilla o media cuartilla. El encierro del trigo se celebraba siempre con vino o sangría y con tapas de jamón y tocino, adiós a las eras.


Los campesinos de Cájar siembran el Trigo, este se hizo Pan

Para los antepasados labradores de Cájar, en su totalidad, el año debiera comenzar en septiembre, o mejor dicho haber comenzado puesto que ya pasó ese tiempo. Porque en setiembre terminaba la recolección de los distintos cereales y casi en este mismo mes, empezaban la sementera de estos mismos granos. Era como una vida que acaba y otra comenzaba, en el mes de septiembre se acababa de recoger el fruto de ese milagro, que es siempre una cosecha. Y en septiembre se empieza a echar a la tierra la semilla nueva, un poco al azar, un poco a la aventura, a lo que Dios quiera, invadiendo nuevamente a los labradores la inquietud de un nuevo milagro, hasta ver dorados los granos y las espigas.
Septiembre principio y fin, recolección y sementera, acabar y volver a empezar. Este mes es la puerta de entrada al otoño, dice el tiemble, se van retirando los últimos calores del verano, y empiezan las suavidades brisas del otoño.Todo un año esperando, cuantos sudores en esos hombres que siegan nuestros trigos, ahí están de sol a sol, esperando que su cosecha sea buena, mientras siegan y que la cuentas les salgan bien que el grano de trigo salga bueno y que no le llueva en la era, con alguna tormenta veraniega, que eche por alto sus cosechas.

Otras técnicas de fabricación.

EL VINO

Tomadas del trabajo, de Enrique López de Turiso y Sánchez, Vida Agrícola en la Vega de Granada, Sur. La producción de vino en Cájar es nula, si bien es verdad que en los años primeros de los moriscos y pobladores nuevos y hasta incluso en los años 1751, cuando el Catastro del Marqués de la Ensenada, si se producía vino. Vasta recordar que en algunas viviendas del Censo de 1751, había lugares y toneleras como en la Casa Palacio de Francisco Fuentes, que antes había sido de Diego Zapata y de Martín Pérez de Arriola. También había Toneleras en la Casa de Maria Alvarez, viuda de José Marín de Linares, rica hacendada de Cájar.
Pero ahora esta producción vinícola de la vega nuestra, solo queda en nuestro vecino pueblo de Huétor Vega, aunque también de escasa producción, por las nuevas Urbanizaciones y la poca rentabilidad de las viñas, estas vides se cultivan en las elevaciones cercanas al pueblo de Huétor Vega, en unas tierras rojas muy fértiles antiguamente. Tras la corta de la uva, esta es llevada a las prensas, que cada labrador tiene en su misma casa, primero se machaca la uva con una piedra cómica, que gira radicalmente, sobre un eje vertical y una placa más pequeña, en la que se dispone, sobre otra placa circular y eje vertical capas sucesivas de cascos separadas por unos rondeles, los rondeles son una especie de capachos circulares hechos de lino o cáñamo, con un orificio en el centro adaptado al eje central y que sirven para que no se desparrame la pasta de cascos, y con una llave, como si fuera una antigua imprenta, es exprimirlo el mosto que quedaba.
El vino asi resultante, es de muy alta calidad y muy famoso, llamado Mosto de Huétor Vega y que en la Pascua se vende a particulares, en escasas cantidades. En estas técnicas antiguas que son las que hacen Historia, porque ahora hay otras más modernas y que son del conocimiento de todos, asi como la preparación del mosto, para tenerlo a punto y mejor girar una visita por la bodega del mejor cosechero y Enólogo de Huétor Vega, que es Nicolás hermoso Calvente, en el Camino de Zute, hijo del gran bodeguero, Manuel Hermoso Betrán , Manolón, como se le conocía.


EL ACEITE

Repasando la parte antigua de nuestra historia de Cájar. observamos que no figura relación alguna de existencia de Almazaras o Molinos de Aceite, en tiempos de los musulmanes, pese a tener estos una considerable extensión de Olivares. Tampoco figura relación alguna en Huétor Vega, que haya sido resgistrada en su Libro de Apeo, al comienzo del Apeo, de Huétor Vega dice: que luego de haber tomado juramento a los Apeadores, el Juez Alonso de Frías y el Escribano: Alonso de Villalba, que son los mismos que los Apeos de Cájar junto con los testigos nombrados para informar al Juez vecinos de Huétor Vega y los Moriscos que conocían el término, y acompañados de los testigos de Cájar, que son también los mismos de nuestro Apeo y otros de Granada, que eran Guardas de Campo, con fecha de 3 de febrero, del mismo año en Cájar de 1572.
Y sigue diciendo el Libro de Apeo de Huétor Vega, luego el juez con los Apeadores, salió del lugar Huétor Vega, por el camino que va a la ciudad de Granada, hasta llegar a llas Huertas de Adargasi, que es el Cortijo Calero o Cortijo de Argaez y allí se comenzó a hacer el dicho Apeo del termino de Huétor Vega, entre Granada y Huétor y lis dichos Apeadores dijeron, que por allí se partía el dicho término y allí estaba el Padrón en unas piedras que allí estaban y entre dos Hazas, que dijeron que la una era del Jurado Hernes , Guarda Jurado y la otra de un Morisco, vecino de Cájar, que se llama Bernabé Zarik, este era el mismo que tenía el horno de Cájar y vivía en la misma casa del horno, donde hoy está eñ Bar de la Calle Real que da esquina a la Calle del Horno, la casa de Miguel García Vilchez y la misma casa de Antonio Molina Sánchez y otra más de la Calleja.
Fueron por la derecha abajo de ambas hazas, a dar a una Acequias donde dijeron que allí mismo solía ser y estar un molino de aceite que se nombraba de , Catarraha, que estaba deshecho y no parecía haber habido molino lindado con la dicha Acequia. No hay más molinos de aceite y hoy se encuentran nuestros olivos en decadencia, a punto de perderse, por lo que habrá que dejar algunos de testimonios historicos, que bien podrian ser los ya conocidos de Haza Luna, como los de la Puerta de la Historia de Cájar.

Elavoración del Aceite

La obtención es parecida a la del vino y en Cájar era de producción secundaria, porque no había mucha extensión de terreno. Venian de otros pueblos con la aceituna, tanto al Molino del Retiro como al del Puente Monachil. La producción mayor de aceite en Cájar, fue en los años de 1700, porque había más de 3.000 olivos entre grandes y pequeños, lo que representaban un extensión de más de 500 Marjales, que era la 4ª parte del terreno cultivable.
Ultimamente quedaban en 1970, unos 10 Has, y ya hoy sólo quedan olivos contados, menos de 300, porque las nuevas Urbanizaciones, se han comido el poligono 2º, que es donde había mas olivos. El Aceite se obtenía pasando la aceituna a una torvas, que la llevaban a las piedras cónicas, que en número de 3 ó 4 iban girando y machacando la aceitunas sobre el plano inferior, quedando como una masa brillante, que los obreros que llamamos cagarraches, la iban metiendo en cubos o calderetas sobre unos rondeles, igual que en el vino, que estaban colocados en la misma prensa o prensas, que iban apretándose hasta estrujar todo o gran parte del aceite, que iba pasando después, a unos pozuelos o jamilleros, después de un lento reposo, se quedaba encima el aceite puro y de este aceite iban los chaveas, a que nos lo pasaran por el tostón, que teniamos preparado o tostada, untada de ajo, que sabia a gloria. Después este aceite, ya más refinado, iba pasando a los depósitos, apto para salir al mercado.
Recuerdo que la aceituna de Huétor Vega. como era de la parte de Secano, de los rebites y otras lomas, se pagaban más por ella porque su rendimiento era más bueno. Llegaban los propietarios de los Molinos a dar hasta 23 o 24 litros de aceite, por 100 kg, de aceituna o su valor en dinero. Y por la aceituna de Cájar y la de la Vega sólo daban un 18 por ciento de rendimiento, todo esto fué historia ya.
El Molino de “Cutarraba” que aparece en le Libro de Apeo de Huétor Vega, es la única referencia que tenemos de la existencia de molinos en la época de los moros y después los moriscos, tanto en Cájar como en Huétor Vega. sin embargo hay una referencia en el Libro de Apeo de Cájar, al hacer relación detallada de las fincas, en la que figura la que llaman: Amarzón del Molinillo, que tantas veces hemos comentado y que se refiere al hoy denominado Torreón, en el Pago del Lunes , detrás de la finca de Miguel Sánchez Uceda, en el Puente de Monachil, y de este lugar del Torreón, presento una fotografia, tratado 3º, tal vez como presencia romana, que después se demuestra que es más bien de los moros, por las visitas realizadas a este lugar, de Autoridades en la materia a intancias de nuestro Alcalde , Ramón Garcia Molina, amante de nuestra historia t de nuestras raíces.

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Lo que si es cierto que la primera referencía veraz que de Molinos se trata y de Aceite precisamente, es la que nos da el Censo Catastral del Marqués de la Ensenada, en el año de 1751, cuando sitúa el Molino de Aceite, en la finca de José Padial, en el Camino que va a la Sierra, que hoy es Caseria de Milán. Es el primer Molino del que tenemos noticias y a donde se molía la aceituna de Cájar en estas fechas. Y habrá que esperar al preimero siglo o más bien al final de los años 1890 a 1900 para que aparezaca en funcionamiento el Molino de la Plaza del Retiro, de Cájar que era propiedad de José Marín y mas tarde pasó a Juan López Sánchez, esposo de Encarnación Marín Marín, y que todos los mayores han conocido en funcionamiento hasta los años 1970, que pasó a ser destruido y en su emplazamiento han nacido los Charlés que hoy tenemos en dicha Plaza y Parada del Autobús. También se construyó como Molino de Aceite , en el Puente de Monachil, por Miguel Sánchez Quíros, poco tiempo después que el del Retiro, este Molino continuó en poder del hijo del anterior Miguel Sánchez Uceda y dejó de funcionar por el mismo tiempo del de la Plaza del Retiro. Pero de éste presentamos todavía testimonio porque sigue cerrado, con parte de los accesorios y maquinas dentro.

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El Lino y el  Cañamo

Son estos productos, los que enriquecieron nuestra vega, a partir de los pobladores castellanos, que reemplazaron a los Moriscos. Pero su producción mayor vino más adelante, en época del Marqués de la Ensenada, cuando nuestra vega tomó fuerza, con el gran movimiento, de los barcos que cruzaban el Atlántico, camino a América. Tanto es así que nuestros labradores y los de todas las vegas Granadinas, tenían garantizadas las ventas de todas las producciones de cáñamo y de lino, por parte de la Marina Española, dando incluso anticipos a cuenta de las producciones. Y lo importante que fueron estos productos para la gran mano de obra que se empleaba, por lo que como dice el refrán: “ todos contentos”. Esta siembra de lino y cáñamo llegó a alcanzaren nuestra vega, una superficie de dos terceras partes, quedando una parte para el cereal y antes de que entrara en juego la Remolacha y Patata, salvando la parte de Olivar, que no permitía que en su suelo se criaran estas dos especies, ni tampoco la del trigo.
Y según nos cuenta el universitario Manuel Martín Rodríguez, en su “ Historia económica de la Vega de Granada “, fué a partir de 1776 cuando se aumentó esta producción, precisamente en la Vega de Granada, gozando de prerrogativas reales, por cuando tuvieron privilegios fiscales para esta industria y el anticipo de dinero a cuenta, del que ya hemos hablado. Ya dije en otras páginas que la siembra de ambas plantas, eran llamadas el “ pan de los obreros”, según indica el referido autor Manuel Martín Rodríguez. Esta mejora de nuestra agricultura y mayor época de esplendor, hizo que se elevaran los precios de las rentas, entre propietarios y labradores, dando lugar a muchos problemas por la compra de las tierras y que el Gobierno solucionó con un llamado “ Reglamento de Mejoras de la tierra de la Vega “, según el mismo autor. Pero esto era, ni iba a ser eterno y a partir de 1808, con la pédida de nuestra potencia comercial en los mares, debido a la derrota de nuestra Escuadra en Trafalgar, volveríamos otra vez a otra nueva crisis, junto con otros factores de Guerras de Independencia, epidemias y otras luchas.

Albercas

Para poder realizar el cocimiento de estos dos productos de Lino y Cáñamo, se hicieron en nuestra vega unas llamadas Albercas, que son como estanques más o menos grandes, abiertos en la misma vega y capaces de estancar el agua de las acequias, para meter en ellas estos dos productos, que precisan un tiempo de cocimiento en el agua.
Había 5 o 6 Abercas y que estas gozaban de privilegios en el agua de la Acequias, para alimentarlas una vez llenas y cubiertas de Lino y Cáñamo, que estaban oprimidos en el agua por medio de piedras, que se colocaban encima grandes piedras. La 1ª Alberca la hizo el Ayuntamiento para los labradores, cobrándoles un tanto por el conocimiento de estos productos, que según los datos del censo de 1751, se obtenían 50 Reales por este conocimiento y con otros beneficios que obtenían, por la tienda que tenían alquílada y los marjales de la vega a renta a los labradores, se iban pagando, cada año a Tovar, que fué quien construyó el Ayuntamiento en 5.600 Reales.
Esta Alberca estaba situada en el Camino de los Coches, en a misma cabeza de 1º Leñador, debajo de la finca de los 14 marjales que labraba Domingo Sánchez Betrán, fallecido, y a la parte abajo del Camino. Las otras Albercas estaban situadas, en otros puntos de nuestra vega, todas ellas cerca de las Acequias de riego.

Elaboración

Una vez introducidas la fibra de Lino y Cáñamo en el agua, había que esperar unas dos semanas de fermentación, con el olor o hedor que éstas producían a descomposición o podrido que llegaba hasta el pueblo. Una vez sacadas del agua, se dejaban secar en manojos superpuestos, en el terreno colindante, en forma de trípodes, el Cáñamo, porque el Lino se iba extendiendo sobre la tierra para este secado. Una vez secas se paraba al Majado que en el lino era a base de darle mazazos, con un rulo de madera, sobre una base de piedra, hasta quedar limpio de fibra. Faena muy dura para los músculos del brazo del obrero y mucho polvo.

Agramado del Lino

Era el agramado un proceso lento, de mucha mano de obra, porque todo se desarrollaba artesanalmante, y como hemos indicado, el polvo que estos golpes producían era mucho y muy fino, que entraban en los pulmones, aprovechando al mismo tiempo, el sudor del hombre por lo que en actualidad, de haber continuado esta población, se habría ensayado y realizado otro método, a base de maquinaria seguro.
En la práctica de este trabajo, si sabemos de los que han enfermado del pecho por este proceso, tan duro como el que más.
El Lino producía la semilla que se llama Linaza, que es muy útil porque proporciona una harina pastosa, que es muy usada para cataplasmas y que sirve para ablandar las durezas y tumores, por lo que médicamente es muy apreciada. La Flor del lino es de color azul y es preciosa cuando despierta por las mañanas en los campos y vez la vega como una alfombra extendida, dividida en fracciones o cuadros. Hace ya unos años que no presenciamos esta bella flor.

Agramado del Cáñamo

Igualmente era este proceso muy duro, más que el de su compañero el lino. Había que extender los haces de Cáñamo, una vez sacados de la alberca, y se colocaban en trípode en las eras, en espera de su secado al sol. Y era un espectáculo fantasmagónico por la noche, ver los haces en las sombras, que daban sensación de algo tenebroso, máxime si algún amigo gracioso, se escondia entre los haces. Porque el cáñamo es más sino que el lino y las varas median más de dos metros y había que segarlo con la luz, mientras que el lino se arrancaban con la mano. Una vez seco procedía al agramado de dos maneras; una era por el medio de un potro sobre el que se acoplaba una madera, que cerraba sobre el como una tijeras, golpeando los manojos de céntimo sobre el potro.
Otra forma era la más usual, se ponia una tabla de costado y sujetado la fibra contra ella, se le golpeaba, continuamente con una pala de madera y al voleo dándole con la mano derecha y sobre la fibra que está en la mano izquierda. Era un trabajo, sólo para unos pocos, de mucho pecho. El cañamón es la semilla del cáñamo; es pienso de pájaros.


El Tabaco

Nunca fue el tabaco en nuestra vega, fruto de mucho cultivo, pues desde su aparición, lo más que se sembraba eran unos 150 Majales, poco más o menos unas 8 Has. Y la mayoria de las veces no eran cultivadoras de en el pueblo de Cájar, los que lo sembraban, sino que eran de los términos de La Zubia o de Huétor Vega, que arrendaban el terreno, para poder cubrir sus concesiones, con el centro de fermentación, que es el Organismo Estatal que conceden está autorización o concesiones, desde su origen, ya que es un fruto regulado por el Gobierno, como otras veces lo fueron otros frutos, tales como el Trigo, que estaban obligados los agricultores, a sembrarlo en una cantidad determinada, para cubrir las necesidades de consumo. Y más todavía en épocas de escasez.

Proceso de elaboración

Las tabacos mejores son los de barbecho, es decir los que siembran con las tierras descansadas y preparadas para ello, hacia el mes de Abril o Mayo.
Cuando pasa el verano, se cortan sus grandes matas, no sin antes haber ido quitándole, a estas matas sus deficientes hojas y varias veces haberlo entallado.
Una vez cortadas las grandes matas, con sus múltiples hojas, siendo estas matas superiores a los 2 metros, se transportan a los secaderos, que son unas grandes naves, con grandes huecos en sus laterales, para que pase el aire y la ventilación le llegue a las matas que cuelgan de los techos de estos secaderos. Estos secaderos suelen tener hasta 2 pisos.
De esta manera se conservan colgadas, hasta diciembre y entonces se inicia su elaboración.Llegando diciembre se descuelgan estas matas y se van limpiando, separando las matas de las hojas y estas se van introduciendo, una vez hechas manillas, agrupadas y cogidas por la base, se introducen, en un gran cajón, que mide 2 metros por 1 o 1´80 x 0´80, proximadamente, y este cajón de madera tiene cuatro paredes, que se abren con unas bisagras sobre la tabla de abajo. Y sobre un gran saco situado en el fondo se colocan una capa de panojas de tabaco y se va pisando sobre la tabla que lleva ajustada encima de las panojas, y asi en tandas, hasta que se llena el cajón, abriéndose entonces las cuatro hojas del mismo, quedando cerrado el gran saco prensado, formado de este modo los fondos regulares. Fardos que se llevan al Centro de Fermentación donde les asignan la calidad y el precio a cada fardo.

La Remolacha

Es este otro fruto que se ha perdido de nuestra vega, y que dió gran apogeo y riqueza a nuestros labradores. Fue en los primero de este siglo, cuando tuvo su mayor producción , tuvo una caida rápida hacia los años 1960 y 1970, hasta perdesrse totalmente con el desmantelamiento de las fábricas de nuestra vega.


Elaboración

Se sembraban en el mes de febrero, una vez salidos los frios invernales pasaba con el tabaco, eran los mismos centros de Granada, los que facilitaban la semilla a los agricultores, con contratos que se hacian previamente con las fábricas azucareras.

  La semillas era pequeñitas y se iban sembrado, paso a paso, con la tierra ya preparada y pisando el mismo tiempo la pequeña superficie sembrada y de forma suave.

  Incluso en tiempo de escasez, las fábrícas remolacheras facilitaban el abono o amoniaco a los agricultores, para después descontárselo su importe, junto con el de la semilla, al entregar la remolacha en la fábrica. Este fruto necesitaba mucha agua de riego y mucho abono, y permanecía engordando en la tierra hasta el mes de octubre; siempre para las fiestas de San Francisco, con la procesión del santo, por el Retiro, y las pilas remolachas, esperando los vagones del tranvia para cargarlas. Al nacer se iban quitando plantitas, lo que llamabamos El castre de la remolacha, hasta dejarla en una sóla planta, para su engorde.

  Elaboracíón - Llegada la fecha de octubre, se iban arrancando con un pico que tenía dos dientes de hierro más anchos por un lado y otros dos más anchos por un lado y otros dos más pequeños por el otro  lado, para ir arrancándolas del mismo suelo: y los chaveas iban detrás cogíendolas y echándolas a un carro, donde con hoces, se pelaban de hojas y se apilaban en el centro del ruedo o corro, en espera de irlas cargando a las bestias y llevarlas al Retiro o el Puente de Monachil, para cargarlas en los vagones que de noche, se llevaban a la fábrica.

  Era una fruta que daba mucha mano de obra, pues se ocupaban los peones del pueblo, más los niños de 10 a 15 años y algunas mujeres, entretenidos eb el pelado de la remolacha y hacerlas ruedos o corros como se decía por entonces, y se cargaban a las bestias o la carro.


El Maiz y su Desgrane

El Maiz, en nuestra vega de Cájar, era más bien un acto testimonial de este fruto, pues su siembra era siempre escasa, desde los primeros tiempos, pues su producción servía , la mayor parte de las veces, para el consumo de nuestro propio ganado. Y este ganado no era muy abundante, porque se limitaba casi siempre, al cerdo familiar, para la matanza; y a las cabras para la leche, o al mulo o burro, para el trabajo sin olvidar las gallinas y sus huevos.
Repasando la historia nos encontramos con que en el famoso Censo de Ensenada, había en Cájar, unas 2.300 cabras y unas 100 yeguas, casi todas de la señora de Maria Alvarez de Orantes, viuda de José marín Montes de Linares y estas cabezas de ganado las llevaban a la Sierra Nevada, en verano y a la Costa, en invierno, por lo que apenas consumían el maiz de esta vega.
Pero el Maíz le pasaba como al Trigo y otros Cereales y es que tenía y tiene todavía un precio, establecido por el Organismo Estatal, variable cada año .Por esto no invitaba a su siembra, aunque su producción en nuestra vega se acercaba a los 6.000kg, por Ha, cuando era bueno y de buena semilla.
pero esto es referente al maíz de consumo, para el ganado familiar e incluso para las migas de maíz, que se hacían en nuestras casas, en tiempos de la posguerra.

Elaboración

Una vez recolectado a mano, desbrozado la panocha de la mata, se llevaba a la era y se procedía al “ Desfarfollo”. Después se dejaba extendido en la era para su secado al sol, dándole vueltas para calentarlo.Una vez seco se procedía a su desgrane y ´se sentaban en el mismo suelo y se colocaban delante una piedra lisa y sobre ella con una hoz pequeña, vuelta hacia arriba, se iba pegando a la panocha, ya seca desde la corona superior hasta abajo, dejar el “ pabilo “ limpio de granos.
Otro sistema y ya en las casa no era la era, consistía en colocarse sentado en una silla con y sobre el mismo se iba desgranando la ponocha, que tenia debajo una espuerta para ir recogiendo los granos. Esta faena era para los días de lluvia de invierno y para ir alimentando a los animales domésticos antes referidos: Cabras, cerdo, gallinas, conejos, etc.

Hortaliza Y Melones Y Sandías

Antiguamente las hortalizas no se sembraban nada más que las del consumo familiar. Por eso nunca fue este cultivo muy amplio en Cájar, aunque queda recogido ya entre moriscos.
Pero hasta hace muy poco tiempo, los mayores hemos conocido el tradicional sistema de siembra de estos productos, a los que tenia acceso todos los vecinos del pueblo, además de los labradores.
Y es que la tradición mandaba que, todos los veranos y después de la recolección de las habas, o del trigo, allá por el San Juan, 24 de Junio, o antes que era mejor , los vecinos de Cájar, tomaban de los propietarios, un trozo de terreno, no superior a medio majal, unos 250 metros, y se dividian la haza o tierra entre varios vecinos y cada uno sembraban un trozo de hortaliza y de sandias, para su consumo familiar. El camino se hacia, dando el propietario la haza y recibiendo el estiércol de todo el año, generando por el cerdo, el mulo y las gallinas o conejos y, llegaba esta fecha, lo trasladaban a la haza escogida o donaba por el dueño, y abonaban el trozo que iban a sembrar de hortalizas y melones.
Llegaba la recolección, se hacia en cualquier domingo de septiembre y se transportaba por las calles del pueblo, con las bestias, las cargas de melones y sandias, que alegraban a los vecinos a su paso. Depués de recolectados, las matas se quedan apiladas en la haza para picarlas para estiércol y vuelta a empezar. Una vez en las casas, era una fiesta el entomizado de los melones y se iban colgando en los techos de las habitaciones y dependencias de la casa formando un cuadro lleno de esa alegría sana que produce la paz familiar. Y lentamente iban descolgándolos, con un guizque, que era un gancho, en el extremo de un un palo, que servía para colgar y descolgar, y el melón iba a parar a las migas, en los dias lluviosos del invierno. Los niños salían cantando por las calles, con los faroles de melón y dentro de este, una vela encendida de noche. Al final, las tomizas colgando, quedan de testimonio de lo que fue la cosecha de una hortalia de verano. También esto es historia ya pasada , porque muchos no saben lo que es una tomiza hecha de esparto cocido.

El Pan

Ya hemos indicado el proceso de la siega, de la trilla y de la siega, de la trilla y de la obtención del trigo, en la eras de Cájar.
En el Censo Catastral del Marqués de la Ensenada, del año 1751, se registran en Cájar a 6 panaderos que cobraban a los vecinos por hacerles el pan, pero no eran suyos, ni el Trigo, ni la Harina , para una población de 240 personas. Y esto se repetia en los demás pueblos de esta zona, y más adelante los mismos propietarios de los molinos, que elaboraban la harian y hacer el pan, serian los que en ocasiones sadrian también al reparto del pan.Estos panaderos iban, con un caballo, generalmente, repartiendo el pan, a diario, por las casas. Lo normas era que se les pagara al momento, pero otros lo hacían al mes. Ya sabian los panaderos el pan que querian sus clientes y si estos no estaban en sus casas, se lo dejaban, en la ventana o a la vecina. Pero había familias que no podian pagar, ni a diario, ni a final de mes por lo que tenian el acuerdo de pagar en la propia especie, es decir en Trigo, al recolectarlo, si estos eran labradores y si no lo eran, pagaban en otras especies a final de año. Con habas, maiz incluso huevos , cerdos.

Vales de pan, y Raya de la caña

Vales pan cajar.jpeg
Por ello y a fin de contar las hogazas coprardas o adquiridas, la madres guardaban en un lugar fijo y seguro, una caña o una vara, para el caso era igual, y el panadero hacia en ella, con una navaja, una raya por cada hogaza entregada. Al final se contaban las rayas y a pagar se decia, en Trigo o en otras especies.
Pero también se canjeaban el Trigo en el horno por vales que daban por cada hogaza en equivalencias. Y al llegar el panadero, con su caballo, se le entregaba un vale o los vales que fuera por la hogaza que recibia. Y si faltaban para el año pedian más vales a cuenta y después panadero se llevaba el Trigo.




Pescado- Leche- Combustible

Es esta una faceta que tadavia se conserva en nuestro pueblo, aunque más moderna de transporte:


El Pescado

Hay en Cájar una vereda que lamamos de los Pescaderos, que parte del mismo camino viejo de la La Zubia, al final de lo que era huerta de las Monjas del Asilo, y se va por ella al Ramal de Lechín y lo pasa para seguir, su curso más largo hasta llegar el camino de la La Zubia,  después atravesar el Camino o Carretera de los Ogíjares, para ir a parar a Alhendín, en total más de 5 kms.

Pues este ra el recorrido que hacia nuestro pescadero, que venía desde Alhendín, a diario con un burro cargado de dos cajas de pescado, casi siempre boquerones, que era el pescado de los pobres y alguna que otra pescada, para los más pudientes y sobre todo almejas, y sadinas.

A nuestro pescadero le deciamos El Músico, porque actuaba en la banda de música de Alhendín y hasta el año 1965, nos venía trayendo el pescado. Tenia una voz muy fina que se dejaba sentir en toda la calle y plazas y su pregón favorito era ....Dicen que es Vigilia .... Luego venía en bicicleta. Después se ha seguido trayendo este pescado, pero con otros medios de transporte, motos y furgonetas. Y es que en Alhendín había una Lonja de pescado, que de la costa venía a diario y allí se distribuía, para todos estos pueblos de la vega, por lo que el pescado era fresco del día. El pescadero aquel, era como uno más de la familia y se metía en las casa a hablar de otras cosas y a contar las fiestas de los pueblos donde iba a tocar con su música.
Ya no pasa ninguno por la vereda de los pescaderos, que dicho sea de paso era antiguamente un camino de paso de animales , lo que llamamos una realenga, por donde transitaban los ganados que de la costa iban a la sierra y esta vereda iba a enlazar con el Camino de Genital por el camino de la Casería Milán por lo que antiguamente era un camino o realengua.

La Leche

Antiguamente había en el pueblo muy pocos ganaderos, la mayoria era ganado familiar que venía a satisfacer el consumo de la leche. Era un acto más de las múltiples faenas que comprendian los trabajos caseros, el ordeño por las mañanas y por las tardes de las cabras. La familia tenia una o dos cabras, como se tenia también uno o más cerdos, gallinas, conejos y alguna que otra oveja.


Josefa lechera Cájar

Pastoreo

Las Cabras o el Ganado del Consejo

Por las mañanas se echaban las cabras a la calle y un cabrero o pastor las iba recogiendo aumentando, a cada paso, el número de las viajeras, según se iba Camino del Retiro para continuar hacia nuestro Monte Tábula donde pasaban el dia entretenidas entre cuatro tomillos, porque nuestro monte siempre estuvo pelado y había poca comida.
Había otras mejores épocas de pastoreo en la vega, cuando el ganado podía hacer su entrada después de la recolección siendo la Autoridad del Alcalde de la Vega, a través del guarda jurado, la que decidía cuando era el momento de pastar con nuestras cabras en lo recolectado. Y cuando la noche se acercaba, se sentían los cencerros y campanillas de nuestras cabras que regresaban cada una a su casa, que conocían a la perfección, despidiéndose entre ellas hasta el dia siguiente, solía haber dos machos.
Nuestros padres y antes nuestros abuelos volvían a ordeñalas y a darle una ración de pienso con paja o vende para pasar la noche rumiando.

Distribución de la leche

Pero también veían lecheros a domicilio unas veces con los propios animales, cabras o vacas visitando nuestras puertas y sirviendonos la leche de la propia teta del animal sin trampa ni cartón, para satisfacción de nuestro consumo.
Otras veces y esto aún continua se nos sirve la leche, ya recogida en unos cántaros y van por las casas de sus clientes haciendo el reparto a domicilio.

Distribución de leche

El Combustible

Leña y Paja y más tarde Carbón

Aqui sí que hemos perdido totalmente nuestra identidad pasada por cuento al combustible familiar se refiere.
Desde los primitivos tiempos, la lumbre de nuestros hogares ha estado condicionada a los propios medios de nuestra naturaleza y de nuestro entorno.
Durante 19 siglos nos hemos calentado y guisado nuestras comidas con la leña y la paja de nuestros montes y campos, siendo ésta la razón de ser de nuestras chimeneas de nuestras casas y cuya estampa, desde las torre de la Iglesia hemos comtemplado largos años. Hoy no hacen falta las chimeneas de las casas si no es por el adorno y la antigüedad que éstas prestan a nuestra vivienda y el calor de la leña de olivo en la estancia.

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