La Viña

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Localización

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Descripción

Es la segunda aldea más importante, en población y extensión, de Algarinejo. Más conocida como La Viña, está situada al sureste del municipio, a unos 10-12 Km. del núcleo principal, siendo atravesada por la carretera N-321. Limita con las localidades de Zagra y Montefrío. Tiene una población de unos 400 habitantes – 300 en el casco urbano y el resto en cortijos diseminados-, y su alcalde pedáneo es Miguel Espejo Ortega.

La Viña destaca por el lugar donde está enclavada, sobre una ladera de escasa pendiente a los pies de la sierra de las Chanzas. Está atravesada la aldea por los arroyos de La Viña y Blanquillo, que desembocan a escasos metros del río Pesquera, y rodeada de olivos, vides –a las que debe su nombre-, arboledas y bosque mediterráneo. La aldea está atravesada por una vía pecuaria llamada “cordel de La Viña”, que en otro tiempo gozó de gran importancia.

Su pequeño casco urbano es un ejemplo de poblado árabe bien conservado. Las viviendas circundan un tajo de gran altura, con calles tortuosas y estrechas. Su zona más antigua, el barrio del Castillo, está en fase de recuperación y embellecimiento en la actualidad.

Las viviendas tradicionales de La Viña guardan una tipología prácticamente originaria del siglo XVI, consistentes en grandes naves rectangulares, con anchos muros de carga, construidos con mampostería enripiada, que sustentan dos plantas o cuerpos. En la parte inferior se localiza la cocina con amplia chimenea, y pequeños dormitorios. La planta superior estaba dedicada al almacenaje de granos, vituallas, aceite en grandes orzas o atrojes (especie de silos delimitados por paredes), y también a estancias para dormir. En numerosos casos se aparejaban ganados de pequeño porte en la segunda planta. En los laterales y esquinas de estas primeras naves originales, se iban, con el tiempo, agregando otras habitaciones: almacén, dormitorios, baños, o segundas cocinas de matanza y cuadras para animales: burros, ovejas, cabras, etc. De esta forma, se iba conformando una planta en L o en U de naves rectangulares en cuyo interior se ubicaba un patio empedrado con pozo o aljibe. Las cubiertas se realizaban con tejas a dos o cuatro aguas.

Otros recursos naturales y culturales con los que cuenta la aldea de La Vila son: la ermita de la Inmaculada, de arquitectura popular; el Salto de La Viña, una cascada que se precipita por el tajo sobre el que se asienta la aldea; un molino de cubo en las proximidades del Salto de la Viña; una antigua almazara para la fabricación de aceites; la Fuente de la Viña, un manantial de agua dulce; y la cercanía a dos de los complejos serranos más interesantes del municipio, las sierras de las Chanzas y de Ojete.

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