Santo Cristo de las Penas (Lanteira)

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Santo Cristo de las Penas, patrón de Lanteira

El patrón de Lanteira, el Santo Cristo de las Penas es una bella talla en madera policromada del Renacimiento Español, que se conserva en la ermita que está bajo su advocación. En su honor, se celebran en esta localidad las fiestas patronales, del 13 al 17 de septiembre.


Descripción

Es una talla extraída de una sóla pieza de madera. Los brazos y el tronco provienen de la misma pieza de madera, y no ocurre, como en otros Cristos, que los brazos se hacen por separado y se le unen posteriormente al cuerpo.

Aunque de autor desconocido, por sus características se cree que es fruto de la renacentista escuela Sevllana y que su autor pudiese ser italiano, Andrea o Campos, aunque no se ha podido demostrar con exactitud.

Es una talla típicamente renacentista, pues es un Cristo de una talla mediana-pequeña, con una cara bellísima y semblante sereno, inspirando dulzura; justo lo contrario que ocurre con lo tallas del Barroco, en los cuyos rostros aparece reflejado, y en muchas ocasiones exagerado, el dolor que padecen.

Otra diferencia en cuanto al Barroco es que la disposición del cuerpo del Cristo en la Cruz es muy simétrica, en el Barroco observamos Cristos con mucho más movimiento.


La leyenda

Cuenta la leyenda que en el siglo XVIII el Cristo apareció enterrado en un huerto en Lanteira, encontrado por unos niños que jugaban a la pita. Estos niños, excavando en la tierra vieron asomar los dedos de la mano del Cristo y, asustados, fueron a llamar a sus padres, quienes lo sacaron de la tierra y lo llevaron a la iglesia.

En el siglo XVIII el Cristo fue nombrado Patrón del municipio, en el huerto se levantó una ermita y a los niños se le hicieron sus propias imágenes para que acompañaran al Cristo en su recorido procesional.

La forma en la que llegó el Cristo a Lanteira, se cree que fue fruto de un expolio. El expoliador quiso esconder su botín enterrándolo en el huerto, con el fin de volver algún día en su búsqueda; cosa que no sabemos si lo llegó a hacer, murió en el intento o tal vez cuando llegó a recuperarlo, ya lo habían encontrado los niños.

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