La Matanza

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Unas de las costumbres mas famosas del municipio de Murtas es la matanza.

Tradición

Casi todas las familias criaban marranos (cerdos), y por el mes de diciembre se mataban.

Unos días antes se preparaban las especies para cada marrano, para la morcilla, la longaniza, el salchichón, las salchichas, la sobrasada y la longaniza de papas.

La matanza es una de las faenas que se hacía todos los años en las casas de las familias campesinas por el mes de diciembre. Esta era la forma de tener carne hasta el año que viene.

La matanza era una tarea que habitualmente se realizaba entre hombres y mujeres pero, aunque trabajaban juntos había diferentes tareas para ambos.

Lo primero que se hacía sobre las siete de la mañana, entre todos los hombres se cogía al cerdo por las patas y se ponía sobre una mesa de madera en la calle y una vez que estaba bien sujeto uno de ellos le clavaba un cuchillo en el cuello para desangrarlo, mientras una mujer se quedaba agachada con un barreño recogiendo la sangre, con la que después se hacía la morcilla.

Una vez muerto el cerdo los hombres lo churrascaban y lo raspaban para quitarle todo el pelo, mientras tanto, las mujeres desayunaban y después se dividían en dos grupos: unas preparaban la comida y otras hacían la morcilla con la sangre de los cerdos, cebolla cocida y especias.

Cuando los hombres terminaban de limpiar el cerdo, venían a desayunar buñuelos y un chupitos de anís. Y después hasta la hora de comer al medio dia se ponían a jugar a las cartas

Después las mujeres seguían trabajando, tenían que lavar las tripas del cerdo que después se usaban para llenar la morcilla y otros embutidos. Al medio día se comía un arroz sobre las tres de la tarde, y después los hombres deshacían los marranos y las mujeres preparaban los embutidos.

A la noche se preparaba una olla de puchero para cenar.

El segundo día, las mujeres hacían los embutidos y los hombres iban conservando los embutidos que se iban haciendo. Unos se conservaban en aceite, otros en manteca del marrano y otros en sal.

El tercer y último día normalmente, los hombres ya se iban a sus trabajos en el campo y las mujeres tenían que fregar y guardar los cacharros y utensilios para el año siguiente.

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