Retablo mayor
Desde el punto de vista artistico, es lo más representativo tanto de la Iglesia como del pueblo en sí.
El retablo mayor es una recomposición de alguno procedente de Iglesia, ya que en 1755 carecía de él. Consta de un banco y sotabanco que llega hasta el suelo con temas de pinturas marianas de poca calidad. Dividiendo el banco, aparecen cuatro ménsulas ganchudas con hojarasca que soportan las columnas del cuerpo principal, el cual está organizado en tres encasamientos y cuatro columnas corintias con los fustes decorados por pequeños rombos y el imoscapo con boceles en zig-zag; en el centro se abre una amplia hornacina coronada con frontón curvo partido y enrollado. Los laterales quedan remetidos y llevan marcos acodados y quebrantados arriba. El remate es un frontón partido en cuyo centro se levanta otro triangular más remetido; a los lados dos pequeños encasmientos sobre pilastras con mutilos, pequeña aleta en el lateral y frontón recto y partido encima. Las imagenes que aparecen en las hornacinas son San Antonio, Virgen del Carmen, San José, San Isidro, y otro San José, estas imagenes son más modernas. Todo el retablo es dorado, presentando un ligero estofado en ciertas zonas. Se trata de una obra del arranque barroco, en linea con las nuevas formas introducidas por Alonso de Mena, Díaz de Ribero y Juan de Alfaro, verdaderos renovadores de la estética retabilista en Granada.
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- Garsalisa (Discusión |contribuciones) [1]