Nuestros inicios
Algunos estudiosos, investigadores de sus necrópolis y rastreadores de vestigios pertenecientes a la Edad de los metales, hacen referencia a Monachil mediante hallazgos, anteriores a 1921, que tuvieron lugar en el cortijo de Olivares, e indican que los colonos del mismo encontraron durante la realización de sus tareas ciertas sepulturas con esqueletos, vasos y utensilios de formas variadas y alguna que otra arma de metal. A raíz de tales descubrimientos, sucesivas excavaciones permitieron llegar a la conclusión de que Monachil es una estación argárica típica, la más occidental de su grupo; de fundación musulmana, si bien los datos existentes señalan que Felipe II mandó poblar este lugar en 1972.
Así, pues, en el último cuarto del siglo XVI, se empezó a perder en el habla de estas tierras la llamada algarabía, un árabe confuso y necesitado de gesticulaciones complementarias para hacerse entender; y en la escritura los caracteres arábigos dejaron su sitio a los latinos. Permitieron cohesionados grupos de moriscos y alfaquíes, pero la asimilación cristiana se hizo imparable y, sin embargo, los habitantes de Monachil conservaron dos nombres: el antiguo, musulmán, de uso privado y el cristiano, adoptado tras la conversión y transmitido de padres a hijos como Monachili.
Luego se preparo la llegado de los neopobladores, la confiscación de los vienes moriscos y la disposición de la segunda colonización del territorio, preocupada de conseguir gentes estables y pacíficas. Ellos aprovecharon las tierras de cultivo que enlazan con la vega del Genil y penetran aguas arriba a lo largo del río Monachil, en una estrecha franja fluvial, que termina en los Cahorros. Y de aquellos pioneros llegan las fiesta patronales en honor a San Antonio Abad, la Virgen del Rosario y San José, el convento de lo Agustinos Recoletos.
Principales editores del artículo
- Wilson74 (Discusión |contribuciones) [1]