Matanza del cerdo (Cástaras)
Como cada año por estas fechas llega el tiempo para hacer la matanza. Es una tradición que se está perdiendo y son pocas las familias que la siguen realizando, aunque aún quedan unos cuantos valientes que mantienen la tradición. Antiguamente en todas las casas o en prácticamente todas, solían criar sus cerdos (marranos) para después hacer la matanza, estos cerdos eran cuidados con esmero, ya que en muchos casos, de ellos dependía la manutención de la familia el resto del año. Es una oportunidad para reunir a la familia y a los amigos, es como una fiesta familiar en la que se ayudan los unos a los otros. La matanza suele durar dos o tres días en función de la gente que haya para ayudar, el día de mayor afluencia suele ser el del sacrificio del cerdo los días restantes queda más para familiares y suelen ser los de más trabajo, aunque también hay que añadir dos días más para los preparativos, pelar, cocer y picar la cebolla para la morcilla, peparar las especias y demás ingrecientes para realizar los chorizos, salchichones.., generalmente se intenta buscar días en los que la temperatura sea baja, para evitar a las pegajosas moscas.
Los invitados a la matanza comienzan a llegar cuando aún no ha amanecido, así mientras esperan que salgan los primeros rayos de sol, aprovechan el momento para desayunar y tomarse unas copitas de anís, comerse unos higos secos o unas almendras tostadas entre la gran variedad de dulces típicos que se preparan para la ocasión.
Pues bien una vez entrados en calor, los hombres se dirijen al corral donde los aguardan los pobres cerdos que no saben lo que les viene encima. Se colocan encima de una mesa, en la que el más experto tiene el hornor de ser el que da la puñalada en el cuello del cerdo mientras los demás lo sujetan como pueden,una mujer recoge la sangre cuidando que no se derrame, se la llevan rápidamente y la mueven para evitar que se formen coagulos, evitando así que se estropee para despues hacer la morcilla.
Una vez sacrificados los cerdos se pelan para que no queden pelos en la piel del animal, hoy en día es una tarea más fácil de realizar ya que se tienen sopletes y se queman rapidamente, pero antiguamente, se quemaban con abulagas que con anterioridad había que traer del monte, una vez quemados se raspaban con tapaderas de ollas para que no quedase el más minimo rastro de pelos. Una vez pelados se atan de las patas traseras y se cuelgan del techo con una especie de poleas, a continuación se abren en canal y se sacan las tripas, morcones, se separan del animal los lomos, solomillos y costillas y se deja abierto hasta otro día que será el momento del despiece. Mientras las mujeres se dividen en dos grupos, unas son las encargadas de hacer la comida y las otras le lavar las tripas y preparar los ingredientes para la morcilla.
Después de comer (almorzar) tanto hombres como mujeres se van a hacer la morcilla, tarea en la que cada cual escoge la función que más le gusta, unos remueven la morcilla para que se mezcle la sangre con la cebolla y las especias, otros empujan al morcillero, aguantan las tripas, las atan, las cuecen etc... una vez hecha y cocida la morcilla se descansa y se dejan el resto de tareas para el día siguiente.
Al día siguente los hombres despiezan los cerdos que han pasado la noche al sereno, las piezas se van clasificando y limpiando según sea su utilidad, los jamones, tocinos y espinazos se salan (se cubren totalemente de sal para que curen) el resto de la carne se va despedazando y distribuyendo por diferentes barreños según sea para salchichón, chorizo, longaniza, salchichas.. costillas y lomos en adobo, también se suelen embuchar algunos lomos para comérselo como embutidos.
Antiguamente en las matanzas se "echaba el Garabato", esto consistía, en que los mozuelos (jóvenes) del pueblo se reunían y ya por la noche se subían al terrao de la familia que estuviera haciendo la matanza. Una vez en el terrao ataban al extremo de una cuerda una col, que tracionalmente se usaba para hacer una ensalada con granadas para la cena, pues bien esta col la dejaban caer por la chimena, los moradores de la casa, cogían la col y a cambio ataban unas morcillas, un poco de vino y pan. Generalmente todas las familias aceptaban el cambio si no querian sufrir las consecuencias que acarreaba
Principales editores del artículo
- M.castaras (Discusión |contribuciones) [7]
- Fátima (Discusión |contribuciones) [1]