La curación en la mañana de San Juan
Un niño tenía una hernia le molestaba mucho, sufría grandes dolores y se encontraba muy mal. Un día alguien le dijo a su madre que intentaría curarlo si en la madrugad de la noche de San Juan iban al arroyo de Fuente Molina, en donde había un hermoso sauce llorón, acompañando acompañando al chico tres varones que se llamaran Juan y tres hembras que tuvieran por nombre Maria. La madre los reunió y allí estaban todos en la fecha indicada . Cuando los primeros rayos del sol aparecieron por el horizonte, todos rodearon el árbol con el niño en el centro, junto al tronco. Entonces la persona que iba a realizar el rito, cortó una rama del llorón y se la pasó al niño varias veces por la zona en la que tenia el daño, mientras decía unas palabras en en tono tan bajo que nadie las entendió. Después, ató la rama en el mismo sitio de donde las había cortado y les dijo a los presentes: Hay que dejar pasar el tiempo.Con la rama se seca, el niño no se curará, pero si une bien y sigue creciendo, la hernia desaparecerá. Pasaron los días y el niño empezó a sentir menos molestias, cada día se encontraba mejor. Una tarde le dijo su madre que iban a dar un paseo para ver al viejo sauce y emprendieron el camino hacia el arroyo. Cuando llegaron, buscaron la rama y vieron que estaba verde y con nuevos brotes, lo cual les causó gran sorpresa. En días sucesivos, y mientras las hojas salían, el niño experimentaba mas mejoría. Y la curación total llegó cuando la rama se llenó de hojas y se veía crecer vigorosa y sana. Al chico nunca más se le reprodujo la hernia y durante muchos años siguió visitando al árbol y comprobando que la rama seguía creciendo a la par que él.
Fuente: Fermando Gómez Recopilado por Patrimonio de Montefrío
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- Dinasu (Discusión |contribuciones) [1]