DÍA DE LOS GALLOS en Alfornón
El Día de los gallos era un día muy importante en Alfornón; una fiesta tradicional muy antigua a la que venía mucha gente de Sorvilán y que se continuó haciendo hasta casi finales de la década de 1980.
La fiesta la organizaban los mayordomos. Era como el juego de la cucaña pero con un gallo. Ataban una cuerda de una punta a la otra de la era y a la cuerda ataban un gallo colgado de las patas. A los participantes se le vendaban los ojos y se le daban unas vueltas para desorientarlos. Tenían que llegar hasta el gallo y tocarlo con el palo (bastaba con rozarlo… y te lo llevabas a casa).
Lo normal era que participaran solo los hombres. Estos se acercaban sin vendarse los ojos para tantear dónde estaba el gallo, pero no les servía de mucho porque luego los mayordomos los mareaban con unas vueltas (ya con los ojos vendados). Los mayordomos se situaban en el borde de la era para que nadie se fuera a caer.
Se compraban tres gallos: uno lo rifaban (las rifas se hacían a mano en unas hojas), otro para el concurso en la era y otro para el tiro (ponían el gallo al final de la era, también colgado, y quien acertaba el tiro se lo llevaba). Esa noche los ganadores mataban el gallo, se pelaba, se comía y a hartarse de vino.
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