Antigua Semana Santa de Huétor Tájar

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La Semana Santa de Huétor Tájar no era antes tan lujosa como ahora. Los santos no tenían andas para poderlos sacar a hombros.

Historia

Antigua Semana Santa en Huétor Tájar

Se fundaron dos cofradías, una de Jesús Nazareno y otra de la Virgen de los Dolores. Eran pocos los que asistían a misa pero había mucha fe.

Para la Semana Santa venían misioneros para ayudar al párroco en las confesiones y todos los actos, todos se confesaban. Algunos donaban algún dinero y alhajas para los santos.

En semana Santa se hacía el Vía Crucis y adoración al Santísimo. Siempre se entraba en la iglesia con manga larga y velo en la cabeza. La misa se decía en latín y mirando para el Sagrario, (el sacerdote de espaldas al público). Los monaguillos tocaban la campanilla para arrodillarse y ponerse de pié cuando pertenecía hacerlo. Los cánticos los hacía el público y acompañando al sacerdote.

Cuando se quemaba el incienso se cantaba "cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí...". En el evangelio el sacerdote siempre subía al púlpito para hablar y dar la homilía y rezar el rosario.

Ahora se ha mejorado mucho y hay mas lujo que antes, hay costaleros y costaleras y mayordomos. Los hermanos de Jesús se encargan de vestir a los Santos, todo para hacer mas bonitos los pasos. Las hermanas de la Virgen arreglan a la Virgen y las costaleras las sacan en procesión. Ahora tenemos unas procesiones muy bonitas, la gente colabora en el arreglo del templo y los altares están muy bien arreglados.

Actos principales

El Jueves Santo salía la procesión con San Juan (antigua imagen mas grande que la actual) y la Virgen de los Dolores junto al Señor Crucificado.

El Viernes Santo salía la Virgen sin corona vestida de negro y el Santo Sepulcro (talla antigua), había algunos estandartes que salían delante de la procesión. Ahora hay mayordomos y está todo muy organizado.

En la Procesión del Silencio se apagaba las luces y todos iban rezando en Vía Crucis con mucha devoción. Siempre se ayunaba en semana santa y se guardaba vigilia, se cerraban los bares. El jueves y el viernes las mujeres se vestían de mantilla, alumbraban en fila por las aceras. Algunos mozos se vestían de nazarenos con túnica morada y un capirucho morado con cordones en la cintura. La gente que tenía promesa iban alumbrando descalzos, otros alumbraban de rodillas. Cuando pasaban los Santos había una mujer llamada Concha Velgares que cantaba muy bien las saetas, siempre cantaba a los santos y todo se quedaba en silencio para oir cantar las saetas.

El Domingo de Resurrección se hacía la procesión de los recaicos desde la iglesia hasta la ermita (ya era alegría, Jesús ha resucitado), la banda de música iba tocando detrás de la procesión.

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