Andalucía Oriental

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Andalucía Oriental es una región geográfica, situada en el este de Andalucía, formada por los territorios históricos del Reino de Granada y del Reino de Jaén, este último perteneciente a la Corona de Castilla con anterioridad a la incorporación del Reino de Granada a Castilla por parte de los Reyes Católicos.

Generalmente se admite que Andalucía Oriental está compuesta por las provincias de Almería, Jaén, Granada, mientras que la de Málaga a veces se incluye en ella y otras veces en Andalucía Occidental [1]

Asimismo, algunos colegios profesionales y otros organismos de derecho público incluyen en ella, a efectos prácticos, a la ciudad autónoma de Melilla.


Las dos Andalucías

Las dos Andalucías es una expresión que hace referencia a la tradicional división de Andalucía en dos zonas diferenciadas, denominadas, bien Andalucía Oriental y Andalucía Occidental, bien Alta Andalucía y Baja Andalucía. Esta división ha llegado hasta nuestros días y se basa en una diferenciación física, demográfica y económica, aunque desde el punto de vista geográfico nunca se ha aludido a una vertebración territorial de ambas subregiones

Andalucía Alta y Baja

Se trata de denominaciones no oficiales usadas al menos desde principios del siglo XVII,24 pero que nunca han tenido efectos jurisdiccionales. Sin embargo es frecuente su uso en registros artísticos, cultos y humanísticos.

Andalucía Occidental y Oriental

A efectos administrativos y coloquiales prevalece la distinción entre Andalucía Oriental y Occidental. Generalmente se considera que la parte oriental está compuesta por las provincias de Almería, Jaén, Granada, mientras que la occidental lo está por las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz. No hay consenso sobre las provincias de Córdoba y Málaga, que se incluyen indistintamente en Andalucía Oriental y otras en Andalucía Occidental. Por ello a veces se habla de Andalucía Central para nombrar algunas zonas de las provincias de Córdoba, Sevilla y Málaga, cuya inclusión en Andalucía Oriental u Occidental no está consensuada. Sin embargo esta locución es poco frecuente. La ambigüedad que existe en cuanto al territorio que integra Andalucía Oriental y Occidental se debe a que no se trata de una jurisdicción administrativa definida. Se trata por tanto de la zona oriental y occidental de Andalucía, en una concepción que atiende meramente a la localización geográfica.


La Andalucía Oriental y el Autonomismo Andaluz

La Constitución de 1931, no se abrió la posibilidad legal de conceder cierta autonomía política a las regiones españolas, centrada inicialmente, y según lo acordado en el Pacto de San Sebastián, en el caso catalán. En Andalucía, ya en abril habían resucitado las primeras asociaciones del andalucismo, los Centros Andaluces, los cuales se transformaron en la Junta Liberalista de Andalucía, con un programa federalista. A propuesta de la Junta, la Diputación Provincial de Sevilla convocó en mayo de 1931 una asamblea de municipios sevillanos para abordar la consecución de la autonomía andaluza. La asamblea, sin embargo, no tuvo lugar hasta después de las elecciones constituyentes, el 6 de julio. En ella, se acordó redactar un proyecto de estatuto de autonomía, al mostrarse la mayoría de los municipios sevillanos favorables a la autonomía, pero siempre que no se atentase contra la unidad de España. Esta iniciativa, sin embargo, tuvo poco éxito. Al escaso respaldo popular (sólo la débil prensa andalucista promovió la autonomía) se unió la suspicacia del resto de provincias contra un supuesto neocentralismo, basado esta vez en Sevilla. La debilidad del movimiento andalucista era patente. Por una parte, la Diputación Provincial de Granada proponía a las de Jaén y Almería formar una región autónoma oriental, en tanto que la de Huelva dudaba entre permanecer al margen de cualquier autonomía o vincularse a Extremadura.

A pesar de todo, las diputaciones provinciales andaluzas aprobaron el 26 de febrero de 1932 en Sevilla un anteproyecto de Estatuto bastante limitado, que proponía simplemente una descentralización administrativa, similar a la de una mancomunidad. Sólo dos fuerzas marginales como los andalucistas y los federales consideraron este anteproyecto claramente insuficiente. Nada se hizo hasta la Asamblea de Córdoba del 29 al 31 de enero de 1933. En esta asamblea se aprobaron, después de arduas discusiones, unas Bases para el Estatuto de Autonomía de Andalucía que se alejaban del anterior anteproyecto y se aproximaban a los estatutos catalán o gallego. Sin embargo, los representantes de Granada, Jaén y Almería, por un lado, y los de Huelva por otro, volvieron a expresar su rechazo a una autonomía andaluza, llegando los representantes de Almería, Granada y Jaén a abandonar la asamblea.6 Con la llegada de las derechas al poder en España, el proyecto quedó congelado y nada volvió a hacerse hasta después del triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. En abril de ese año, la Junta Liberalista Andaluza volvió a hacer aparición creando Acción Pro-Estatuto Andaluz y llevando a cabo una campaña de difusión de las bases aprobadas en Córdoba en 1933. Tras la legislatura radical-cedista, el Frente Popular se mostraba más partidario de apoyar los estatutos de autonomía y eso se tradujo en su apoyo al de Andalucía, si bien Granada y Huelva seguían expresando sus reticencias al proyecto. El 5 de julio se celebró en Sevilla una asamblea convocada por la Diputación sevillana, sin que se alcanzasen resultados concretos. La sublevación militar que se produjo poco después y dio origen a la Guerra Civil hizo morir el proceso.


Durante la Transición Española, con la promulgación de la Constitución de 1978, se reabrió en España dicho proceso. En 1973 Alejandro Rojas Marcos, fundó el Partido Socialista de Andalucía, que más tarde pasaría a denominarse Partido Andalucista, germen del nacionalismo andaluz. Su influencia era no muy significativa, pero la consecución de la autonomía había calado ya en la mayor parte de los partidos democráticos. Así, el 4 de diciembre de 1977 en torno a un millón y medio de personas salió a las calles por toda Andalucía pidiendo la autonomía, convocados por la Asamblea de Parlamentarios, que agrupaga a todos los diputados y senadores elegidos por las provincias andaluzas en las elecciones generales realizadas ese año.

La UCD se mostraba contraria a que el proceso autonómico andaluz siguiese el procedimiento del artículo 151, que la Constitución establecía para las nacionalidades históricas, defendiendo la aplicación del 143, que preveía menos competencias autonómicas. Por ello hizo un llamamiento a la abstención en el referéndum que había de ratificar las iniciativas de la Junta Preautonómica Andaluza. En este marco, la UCD granadina llegó a crear una Bandera de Andalucía Oriental, que usó en manifestaciones regionalistas que convocó bajo lemas como ¿Andalucía es Sevilla? NO, NO, NO y Por la verdadera autonomía y que reclamaban la aparición de dos comunidades diferentes: Andalucía Oriental y Andalucía Occidental.

Hoy día, la Plataforma por Andalucía Oriental (P.A.O) reclama la constitución de una comunidad autónoma para las provincias de Almería, Granada y Jaén, basada en diversos hitos históricos, además de los ya citados durante el proceso de creación de la Autonomía Andaluza:

  • En 1847 Patricio de la Escosura promulgó un decreto que dividía la gobernación del reino con once gobiernos generales (demarcaciones sin atisbo de autonomía regional). En lo que toca a Andalucía, el decreto establecía por un lado el gobierno de Andalucía, con capital en Sevilla, e integrado por las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Huelva y por otro el gobierno de Granada, con capital en Granada, y formado por las provincias de Granada, Málaga, Almería y Jaén. El decreto no llegó ponerse en práctica pues se promulgó el 29 de septiembre y se derogó el 5 de octubre, siete días después.
  • En 1873, durante la Primera República Española, se elaboró un proyecto de Constitución que no llegó a promulgarse, que definía a España como una República Federal, integrada por diecisiete estados con poder legislativo, ejecutivo y judicial. El artículo primero de dicho proyecto dice:

Componen la Nación Española los Estados de Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia, Regiones Vascongadas.

  • En 1884 el liberal Segismundo Moret presentó a las Cortes el 6 de enero un proyecto de reforma de la Ley Provincial, que distribuía la jurisdicción administrativa y el gobierno político de España en quince regiones, por motivos administrativos y económicos y sin concesión alguna a la autonomía regional. En lo relativo a Andalucía, la "Reforma Moret" planteaba las mismas demarcaciones que el decreto de Escosura, aunque cambiando los nombres: la región que Escosura llamaba Andalucía, Moret la llamó Sevilla, mientras que la región que Escosura llamada "de Granada", siguió con el mismo nombre en la Reforma Moret. Este proyecto no llegó a tener vigencia.
  • En 1891 Silvela y Sánchez de Toca redactaron un nuevo proyecto de división territorial de España, que establecía las mismas demarcaciones que la Reforma Moret, dividiéndose Andalucía en la región de Granada por un lado y en la de Sevilla por otro


Referencias

  1. MORENO, Isidoro. La identidad de Andalucía. Aproximaciones, mixtificaciones, negacionismo y evidencias. Centro de Estudios Andaluces. Consejería de la Presidencia de la Junta de Andalucía.


Este artículo incorpora material de una entrada de Wikipedia, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.

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