Sabías que en Dílar

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¡SABÍAS QUE EN DÍLAR..........!


¿Sabías que......

“niño no cogas eso que se te cae el pito”.

era lo que le decían a los niños cuando hacían cosas que no correspondían a los hombres,ya que era una época de cosas muy masculinas.

¿Sabías que.....

“no son cosas de niños”.

se le decía a los niños cuando se los veía jugando cosas que eran utilizadas solo por las niñas.


¿Sabías que.....

“los hombres no lloran” esa era la frase con la que finalizaban las madres después de consolar al pequeño que a lo mejor se había caído y echo daño, con esa frase se terminaba el accidente.

¿Sabías que....

“eres una marimacho”.

era lo que se le decía a las niñas cuando se las veía trepando los árboles, ó jugando a juego de niños.

¿Sabías que....

Los primeros pantalones en el pueblo se ven sobre el año 1960. Una mujer que vino de Alemania y revolucionó a todo el pueblo. Hasta el año 1965, no se empezó a usar. Las mujeres del pueblo, para ir al campo a trabajar solían ponerse falda sobre falda para que no se le vieran las piernas.

¿Sabías que....

Si a una persona se le moría algún familiar cercano, las mujeres se vestían de luto que duraba toda la vida. Los hombres llevaban un brazalete en el brazo, ó un botón negro en la chaqueta lo que significaba que estaba de luto.

¿Sabías que.....

Las mujeres no se volvían a casar, ya que estaba mal visto en el pueblo. Sin embargo si algún hombre viudo decidía volver a casarse, la noche de boda los jóvenes del pueblo le tocaban “la cencerrá”,que era una manera de demostrar lo mal visto que estaba la boda.

¿Sabías que....

Solo se estrenaba vestido, para la fiestas de la Virgen. El vestido lo compraban que tuviera bastante dobladillo para que sirviera de un año para otro.

¿Sabías que.....

Para comprar los zapatos, bajaban los padres a Granada. Para saber la medida del pie, utilizaban una varilla de olivo. Ponían el pie sobre la varilla que siempre tenía que quedar un par de dedos más grande que el pie, para que sirviera para el siguiente año.

¿Sabías que.....

Las jóvenes para que les quedara el vestido más vaporoso, solían ponerse un can can (una enaguas con mucho rizo de tela y muy almidonada).

¿Sabías que.....

Los jóvenes del pueblo tenían por costumbre, la noche del sábado Gloria al domingo de Pascua echarle a las jóvenes para demostrarle sus sentimientos:

laurel= te quiere ver

paja= eres una burra

penca= eres una penca

olivo=que te olvido

una tradición que dura todavía.

¿Sabías que.....

En el Cortijo el Magro vivía un matrimonio con sus hijos pequeños. Esta señora era de lo más gracioso y le contaba a la gente que, cuando iban a llegar las fiestas, se ponía a hacerle la ropita a sus hijos y la noche del castillo, cuando iban a echar a andar para el castillo, le decía a su marido: -Luis, echa el cesto-. Y el marido le decía: -¿para que quieres el cesto?-, -tú echalo, dijo ella, que tiene que hacer falta-. Y esta señora decía que todas las labores y blusas de sus niños iban hilvanadas y el uno le tira un tirón al otro y se revuelcan y el caso es que cuando llegaban al cortijo todos iban desnudos y el cesto lleno de ropa.

¿Sabías que.....

En Dílar, en la calle de Santísima Trinidad, unas vecinas tenían a su madre enferma y no tenían padre, ni bienes ningunos y bordaban al tul para ganarse la vida. Todas las vecinas, por reirse un rato, iban a ayudarlas y ya que se estaba terminando la “goyesca” dijo una hermana a la otra: - a todo esto, ¿quien va a llevar esto a Granada sin dinero?, -yo no voy, dijo la menor-, a lo que respondió la mayor: -iré yo, dijo con un gesto muy bonito, y en la hora que me echen del coche menos me queda por andar-. Porque antes cobraban por la casa Muharra a los tres pueblos.

¿Sabías que .....

En Dílar, un señor, que era el Alguacil del Ayuntamiento, fue a buscar novia a Dúrcal. El hombre iba presumiendo de que tenía muchas fincas y la joven que conoció se lo creyó. Se casaron y, de camino de vuelta a Dílar, el hombre le dijo a su nueva esposa: “-cariño, cierra los ojos, ¿qué ves?-. Y dijo ella -yo, nada-. -Pues, dijo él, eso es lo que tengo yo, nada-.

¿Sabías que .....

Se cuenta que, en Dílar, una vez, vinieron unos tirititeros a actuar en el pueblo. Se pusieron en la calle Agua y la gente formó un corro con sus sillas. Uno de los tirititeros era un payaso, al que llamaban Greco, que se quedó a vivir en Dílar. Este señor hizo una cueva en un secano que tenía un balate alto. Después de él, muchas familias de Dílar hicieron su vivienda del mismo modo y estuvieron viviendo así bastantes años hasta que les mejoró la vida. Esta familia de tirititeros vivían de la ayuda de los vecinos. La madre salía a pedir limosna y decía: -dame lentejas para poner un potaje y unas habichuelas-, y los vecinos se lo daban, pero seguía pidiendo: -me das unas papas?, me das unas cebollas?, y un poquito de aceite, de ajo, de pimiento?...-, lo pedía todo. De esta historia quedó el refrán en el pueblo de “pides más que la mujer del Greco”.

¿Sabías que .....

En otra otra ocasión vino un circo a Dílar y uno de los músicos, el trompetista, se quedó a vivir aquí. Le dieron una habitación y él propuso hacer una banda de música. El Ayuntamiento se encargó que comprar los instrumentos y se formó una buena banda que duró bastantes años; de hecho la mujer del trompetista estaba embarazada y dio a luz a una niña, sus padrinos fueron unos vecinos de Dílar, Francisco Muñoz y Magdalena Alguacil, y a ella le pusieron de nombre Magdalena.

¿Sabías que .....

Dílar contaba con tres tiendas , pero con poca mercancía, para comprar sólo tenía: azúcar, café, bacalao, arenques, dulce de membrillo y latas de atún grande de unos tres kilos y la gente llevaba un tazón en el que se llevaban la cantidad de atún que les hacía falta; igual pasaba con el tomate en conserva. Los pescaderos, conocidos como Isidro y, el otro, como el de la anciana, venían con un burro que traía dos capachos.

Con la berza venía un muchacho con 12 años conocido como Paquillo.

De Padul, venía un hombre llamado Antonio vendiendo granados, naranjas y boniatos y los intercambiaba por papas y cebollas, porque dinero había poco, y se llevaba el mulo más cargado que lo había traído.

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