Relato de una jornada de las fiestas de moros y cristianos de Vélez de Benaudalla

De Granadapedia
Saltar a: navegación, buscar

RELATO DE LA JORNADA

Primer Acto

Seis de la mañana del día trece de Junio, amanece. La verbena no ha hecho más que terminar y mucha gente va llegando a su casa, otro día ha terminado para ellos, atrás queda el pregón de fiestas, el castillo de fuegos artificiales y el baile. Tan solo el canto de las golondrinas, posadas en cables y tejados, rompe el tenue silencio. El alumbrado de las calles está a punto de apagarse.

Los escopeteros salen a la calle, todavía no son ni las siete y ya se van reuniendo en el chorro de San Antonio. De repente, los primeros disparos se suceden, uno tras otro, para advertir que es un día distinto que no ha hecho más que comenzar. Saben que será una jornada larga y dura, pero no les importa.

Un poco más tarde, cuando el sol ya caldea todos los rincones del pueblo, repican las campanas de la Iglesia. Son casi las nueve de la mañana y los escopeteros, tanto moros como cristianos, se han hecho dueños de la plaza del Ayuntamiento. Comienza el pasa calles, los disparos suenan al son de la música y, tímidamente, algunas personas se asoman a las ventanas y balcones, pudiendo apreciarse el sueño en sus rostros. Los chiquillos comienzan a incorporarse al desfile para acompañar a los bandos en su recorrido.

En sus caras veo reflejada la alegría del momento y los más atrevidos se acercan a pedirme que les deje pegar un tiro. Esto me emociona, más aun al recordar que, tiempo atrás, cuando apenas tenía nueve años, me despertaba al oír los disparos y el sonido de la música, y como el nerviosismo y la ilusión se adueñaban de mí para salir rápido al encuentro.

Tras varios disparos y algunas canciones de la banda de música llegamos a la primera casa, los bandos cristiano y moro hacen pasillo de honor para recoger al guardia cristiano, al que se recibe con música y disparos. Después de éste, se recogerán las Damas de Honor y la Reina de las Fiestas, para seguir con los mandos cristianos de menor a mayor rango: Abanderado, Embajador, Duque de Arcos, Barceló y Rey Cristiano. En las casas nos reciben con gran alegría y algunos nos han invitado a pestiños y aguardiente. Por último iremos al ayuntamiento para recoger al alcalde y finalizar con el párroco en su casa.

Pasan las once de la mañana, las campanas vuelven a repicar, los cohetes se apoderan del cielo y comienza la misa. Terminada ésta, los cristianos están en la Iglesia para acompañar en la procesión a San Antonio de Padua y al Sagrado Corazón de Jesús. Tras el recorrido tradicional, se llega a la Iglesia, entonces los cohetes y las campanas reciben a los Santos para rendirles un merecido homenaje.

El reloj de la torre de la Iglesia marca la una de la tarde, la gente va tomando sitio en la plaza para presenciar la puesta en escena del primer acto. Los cristianos están en el castillo de madera y los moros vienen carretera arriba anunciando con las escopetas su intención de tomar el pueblo.

Segundo Acto

Tras finalizar el primer acto, en el que los moros salen victoriosos, ambos bandos se reúnen en el Puente de la Salud para comenzar el desfile que recorrerá el pueblo, desde la choza hasta la venta, y volverá a la plaza de la Iglesia.

Unos minutos pasan de las seis de la tarde. El sol está en pleno cielo y el calor es sofocante. El cansancio hace ya acto de presencia, pero no importa. El pasacalles comienza y lentamente se va introduciendo sobre los estrechos y retorcidos callejones para recoger, casa por casa, a las Damas y Reina de las fiestas y después al bando moro de menor a mayor rango (Mohamed, Aventurero, Amurates, Rey moro) mientras se suceden los disparos al compás de la música.

Poco a poco la gente va llenando la plaza y los bares del paseo. Son casi las siete y media de la tarde, en este momento nos encontramos en el Puente de la Salud. Músicos, cabezudos y escopeteros intercambian impresiones antes de comenzar el desfile.

Después de unos minutos de descanso, los mayordomos de las fiestas van situando a cada grupo en su lugar, bandas de música, cabezudos y varias carrozas acompañan a las damas y reina de las fiestas. Al final se sitúan los bandos moro y cristiano, esta vez, al contrario que en la mañana, serán los moros los que irán delante.

Una vez comenzado, nos adentramos en el pueblo. A lo largo del recorrido, Vélez presenta su aspecto más jovial, la música de los columpios y casetas, el zumbido de los cohetes y el murmullo de la gente animan la fiesta, todo muestra su lado más especial para aquel que esté dispuesto a disfrutarlo.

Al llegar a la fuente de la venta, varios moros y algunos cristianos beben agua y se incorporan de nuevo a su lugar, el desfile dará la vuelta para regresar al chorro de San Antonio, donde finaliza.

Llegó la hora de la verdad, el gran momento, el cansancio va haciendo mella, pero incluso así el nerviosismo se refleja en algunas caras y, antes de llegar a sus respectivos lugares, tanto el bando moro como el cristiano, se reúnen en el chorro para beber y así, de paso, refrescarse un poco antes del segundo y definitivo acto.

Los cristianos se encuentran esta vez en el escenario de la puerta de la Iglesia, al subir allí se ven los moros al frente, situados en el castillo que han arrebatado al pueblo. La adrenalina se dispara, el momento se vive con tensión, llegó el GRAN RETO:

Fin de la Actuación

Finalizada la actuación, desde el castillo montado en la plaza se respira tranquilidad. Todo ha salido bien, perfecto. Moros y cristianos nos situamos a los pies de dicho castillo para hacer la foto de recuerdo y muchas personas se acercan a felicitarnos. Podemos sentirnos orgullosos, hemos conseguido hacer disfrutar a la gente un año más, esperando que las generaciones venideras sepan captar y sentir todo aquello que nosotros vivimos.

BIBLIOGRAFíA

Ayala Carbonero, Juan josé; Delgado Díaz, Antonio; Esteban Pérez, Antonio. VÉLEZ DE BENAUDALLA: Una mirada hacia nosotros Excmo. Ayuntamiento de Vélez de Benaudalla, Excma. Diputación Provincial de Granada, 1.995.

Brisset, Demetrio. Fiestas de Moros y Cristianos en Granada Excma. Diputación Provincial de Granada, 1.998.

Bautista, Matilde; Brisset, Demetrio; Casado, Alejandro; Checa, Francisco; G. Alcantud, José A. INSTANTE Diputación Provincial de Granada área de cultura, Centro de investigaciones etnológicas ANGEL GANIVET. Para la I concentración Andaluza de Bandos de Moros y Cristianos de Benamaurel, 1.998.

El recuerdo de una cultura, FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS DE VÉLEZ DE BENAUDALLA. Francisco José López Castilla.

Principales editores del artículo

Valora este artículo

1.3/5 (3 votos)