La sentencia de Jesucristo
¿Quién como Juan fuera lindo?
¿Quién como Pedro, llorara?
Mi bendición le diera el Padre San Francisco.
Quiero apartarme del mundo, antes que la muerte venga
que ya está para venir, calzándose las espuelas.
En el tribunal de Dios, se ha sentenciado un plleito
por el rostro de sangre que Jesucristo derrrama.
Camina la Virgen pura y su bendita compaña,
van a Jerusalén a oir la misa del alba.
Por la calle de la Amargura, una mujer se encontraba
¿Quién ha visto por aquí, a un hijo de mis entrañas?
Esta mañana lo ví, antes que el gallo cantara,
cinco mil azotes lleva, en sus divinas espaldas.
Unos grillos en sus pies, un cordel a la garganta
y una corona de espinas, que el celebro le traspasa.
Cómo la cruz es nueva, tres veces se arrodillaba.
Me pidió un paño de lino, para limpiarse la cara
yo le dí, esta mi toca , dos y tres veces doblada.
Si no, lo quereis creer, volver y mirar mi toca
y mi toca os dira si os engaño o no .
La virgen de que vio eso, al suelo cayó desmayada
San Juan como buen sobrino, de la mano la levanta.
!Levánta Virgen María, levanta Virgen Sagrada!
Por aquel monte sangriento, suenan trompetas y cajas.
Lo que la Malena dice, nunca ha de caer en falta.
Y yo como soy mujer, me dejáis desamparada?
Volvio el rostro Jesucristo, !caya, caya, Madalena!
!yo no te tengo olvidada, en el reino de mi padre
tienes tu silla guardada! Cercada de curubines y ángeles te la guardan.
La que esta oración digera, tres veces al acostar,
las puertas del paraiso siempre abiertas las tendrá, y las
del infierno , nunca jamás las verá.
A los ciegos les distes vista
a los enfermos salud
y al buen ladrón tu cruz.
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- Carmenlara (Discusión |contribuciones) [1]