Santo Cristo del Zapato

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La imagen del Santo Cristo del Zapato se venera en Pinos del Valle desde el 9 de octubre de 1791. El cuadro se conserva en su ermita, y el municipio celebra su fiesta el 3 de mayo.


Origen de la advocación

Existen muchos manuscritos en Italia que nos aportan la historia del Santo Cristo basada en una fuerte y sólida tradición.

Una vez cumplido el sacrificio de Cristo en el monte Calvario, José de Arimate, discípulo clandestino de Jesùs pidió y obtuvo permiso para dar sepultura al Maestro. Lo acompañaba Nicodemo (el que había ido a verle de noche) fariseo conocido por su riqueza y sabiduría llevaba consigo 100 libras de una mistura de mirra y aloe para embalsamar el cuerpo de Cristo.

Nicodemo más tarde se impuso la promesa de cumplir una misión: reproducir en una madera la imagen de Cristo en la cruz, tal como lo recordaba. Él no era escultor pero tenía tan claro el recuerdo de aquella persona sufriendo que le parecía fácil reproducirla en una tabla. Fue así como inició el trabajo, utilizó madera de encina para la cruz ya que era el material de que estaba hecha la cruz de Cristo y para la imagen utilizo cedro del Libano. Después de haber esculpido el cuerpo se encontró con la dificultad de reproducir el rostro, aquel rostro que recordaba tan bien, pero que sus manos no estaban preparadas para reproducirlo. Después de una plegaria, cayó adormecido y cuando despertó tuvo la sorpresa de ver su obra completa y terminada por manos angélicas.

Cerca de su muerte Nicodemo confió su obra a Isacar hombre justo y temeroso de Dios. Éste con el fin de que la imagen de Cristo Crucificado no fuera conocida por los judíos la tuvo escondida y así de generación en generación fue secretamente custodiada y venerada.

Cerca de 600 años después, al obispo Guadalfredo un ángel le desvelo en un sueño la presencia de la cruz e interpretó que la voluntad divina era que fuera transladada de una tierra de infieles a un lugar donde se le hiciera un culto publico.

La colocaron en una barca confiada a la divina providencia que la haría llegar a un lugar digno. Después de un largo viaje la barca llego cerca de Luni (Italia) los habitantes intentaron por todos los medios acercarse a la barca pero prodigiosamente fue suspendido cada intento de aproximación. El obispo de Luca tuvo una aparición de un ángel en un sueño que le sugerió ir a Luni a recuperar la barca y su preciosa carga. El obispo con el clero y un grupo de fieles fueron allí y después de invocar el nombre de el señor vieron la barca venir hacia ellos. Nació entonces una contienda entre los habitantes de Lucas y los de Luni sobre quién tenía más derecho a quedarse por la sagrada imagen y decidieron colocarla sobre un carro: si los bueyes se encaminaban hacia Luni sería para estos, y si lo arrastraban hacia Lucas, sería para ellos; los bueyes se encaminaron hacia Lucas. Así, la sagrada imagen fue llevada a Lucas y recibida con gran alegría, la colocaron en la iglesia de San Frediano. A la mañana siguiente los fieles que se acercaron con gran devoción a rezar al Santo Cristo tuvieron una insólita sorpresa: la sagrada imagen no estaba allí. La descubrieron en un huertecillo cerca de la iglesia de San Martín hecho que fue interpretado como un milagro y rápidamente se procedió a la construcción de una nueva iglesia.

El Santo Cristo fue muy venerado a través de los siglos y fue objeto de peregrinación de toda Europa. Hay constancia de muchos milagros; entre ellos se cuenta que reunidos los devotos del Santo Cristo pensaron hacer una colecta para comprarle unos zapatos de oro en agradecimiento a los muchachos favores recibidos. Un domingo después de calzarle los zapatos, con mucha devoción comenzaron la Eucaristía. Entre todos los devotos se encontraban una pobre viuda, en silencio oraba al Señor pidiéndole ayuda para alimentar a sus hijos. El Señor escuchó su oración y se despojó de su zapato depositándolo sobre el cáliz; intentaron retirarlo y solo pudo hacerlo la pobre viuda. Todos entendieron el mensaje: lo que deseaba el Señor más que unos zapatos para el era socorrer a esa mujer y así hicieron. El Señor en el Evangelio dijo: lo que hagáis a uno de mis hermanos pequeños a mí me lo hacéis. Desde entonces le llamaron Santo Cristo del Zapato.


El Santo Cristo, en Pinos del valle

Una copia de esta imagen del Santo Cristo del Zapato acompañada de los patronos San Roque y San Sebastián se veneran en Pinos del Valle desde el 9 de octubre de 1791 a devoción de Don José Nicolás Orbe (era vicario, hijo del pueblo, tío del cardenal Binel y Orbe ).

La imagen se encuentra en una ermita con una gran cruz en lo mas alto de el cerro de Chinchirina. Si nos fijamos en esta imagen descubrimos que es distinta a todas las demás de cristo crucificado en las que se contemplan la desnudez, las heridas, el dolor, la agonía y la muerte. En esta imagen lo vemos en la cruz, así pero vivo, su expresión no es de dolor es de paz y serenidad, con los ojos abiertos mirando al mundo con misericordia. La corona no es de espinas sino de rey. No está desnudo sino vestido con alba y estola significando que es el sumo sacerdote, pontífice entre dios y los hombres. En Pinos del Valle, se celebra su fiesta el 3 de mayo precedida de un quinario de Eucaristías. El domingo anterior al 28 de abril se baja de la ermita Al templo del barrio alto donde se acoge con una celebraciòn de la palabra y el día 28 comienza el quinario. El 2 de mayo por la noche, al terminar el quinario, se baja al templo del barrio bajo, allí el día 3 se celebra con gran solemnidad la Eucaristía y a continuación después de llevarlo en procesión por las calles del pueblo se vuelve a subir en romería a su ermita hacia donde todos los hijos del pueblo dirigen su mirada con fe y devoción

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