Dehesas de Guadix.La Oración de la Samaritana
Un viernes partió el Señor por la ciudad de Samaria como hacia tanto sol el calor le fatigaba.Mas un pozo que allí había, que hacia el se acercaba, al pronto vio venir a la misma que él esperaba. Con un cántaro en la mano que era la samaritana.Samaritana del alma, dame un poco de agua, que yo en premio te daré, otra de más importancia. Pues si tanta virtud tiene, dame Señor de esa agua, ande y dile a tu marido venga contigo en compaña.que era la samaritana. Samaritana del alma, dame un poco de agua, que yo en premio te daré, otra de más importancia. Pues si tanta virtud tiene, dame Señor de esa agua, ande y dile a tu marido venga contigo en compaña. Señor, no tengo marido y tampoco soy casada, cinco galanes que tienes dando escándalo en Samaria cinco galanes que tienes, y hoy sin ninguno se halla. Señor, soy algún profeta que mis pecados declara, yo no soy ningún profeta, que soy de veras más altas. Soy hijo del Padre Eterno, vengo redimiendo almas. Vengo a redimir la tuya que en gran peligro se halla. Al pronto se soltó el pelo, volvió al mundo las espaldas, asi lo volvamos todos como la samaritana.
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