Carrera del Darro (Granada)

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La atractiva y concurrida Carrera del Darro de Granada.

La Carrera del Darro de Granada es una calle de esta ciudad, que se encuentra situada dentro de su Casco Antiguo y monumental.

  • Ubicación y entorno

Tiene su comienzo en la céntrica plaza Nueva y concluye en el conocido como Paseo de los Tristes, hoy rebautizado como Paseo del Padre Manjón.

Se trata de una calle de mediana longitud y de anchura desigual, pero en general estrecha. Presenta un trazado muy irregular que discurre paralelamente al río Darro, que queda visto durante casi toro su recorrido, y partiendo de la citada plaza Nueva avanza entre las dos colinas históricas de la ciudad de Granada: la de La Alhambra, que queda vista a la derecha a lo largo de casi todo el trayecto, y la del Albaicín, que lo hace a la izquierda.

Dado que el río Darro en esta zona suele tener un caudal relativamente pequeño, aunque prácticamente permanente durante todo el año, todo su cauce se encuentra cubierto de un verde manto vegetal de muy distinto tipo, donde abunda el matorral bajo, los arbustos y en menor número algunos árboles de mayor porte.

Esta peculiar circunstancia, unida a la propia configuración y estructura del murete de protección que lo delimita, la visión de restos de las antiguas murallas y de los viejos puentes de piedra y ladrillo que lo cruzan, hacen de esta calle un caso muy singular y pintoresco de inusual vía urbana impregnada de fuerte sabor romántico en pleno siglo XXI y en pleno corazón de una de las mayores ciudades de Andalucía.

Pero si a todo esto se le suma la belleza de la excepcional arquitectura que la rodea, es fácil reconocer que sin duda estamos ante una de las calles más bellas y con más encanto de España.

Historia

Se cree que el nombre de Darro tiene su origen de la palabra romana "oro" (aurus), debido a que la gente lavaba oro en sus orillas.

Se cree también que los musulmanes cambiaron su nombre al de "Hadarro" y que posteriormente, tras la reconquista los cristianos, fue renombraron "Dauro", ya que hasta algunos siglos después se podía ver gente cribando la arena del río en busca de oro mientras su nombre iba cambiando al actual de "Darro" (aunque en realidad donde se buscaba oro era más arriba del Sacromonte).

Vista del río Darro y su entorno desde este especial enclave del callejero de Granada.

La configuración actual de la calle se remonta a los primeros años del siglo XVII, una centuria en la que, por culpa de los destrozos originados por la voladura de un polvorín existente al lado de la iglesia de San Pedro y de los sucesivos desprendimientos de tierra, se decidió desviar el cauce del río en esta zona, ensanchándose así la calle.

También entre los años 1600 y 1611 fue derribada buena parte de la muralla que existía e la margen derecha del río.

El río Darro, junto con el Beiro y el Genil, era la principal fuente de abastecimiento de agua para la ciudad de Granada, ya que en particular, de él salía la Acequia Real (que daba servicio al Generalife, la Alhambra y parte alta del barrio de San Cecilio), las de Santa Ana (barrio de la Churra) y San Juan (Cuesta Chapiz - San Juan de los Reyes).

Con motivo del proyecto de rehabilitación de la zona, que incluía la limpieza de fachadas y que promovía la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Granada, han salido a la luz algunas notables pinturas en las fachadas de algunos edificios, como por ejemplo en la iglesia de San Pedro, al parecer obra del del siglo XVII.

Carrera del Darro

La Carrera del Darro es hoy, sin duda, una de las calles más transitadas de la ciudad de Granada.

En ella es fácil ver a cualquier hora del día a numerosos grupos de forasteros y de turistas que pasean sin prisas junto al río o alrededor de sus fachadas donde abundan pequeñas tiendas de recuerdos y no pocos bares, interesándose en los textos de las placas explicativas de la historia de sus edificios o inmortalizando su visita a través de fotos y vídeos.

Vista de la colina de La Alhambra desde la acera de la Carrera del Darro
‎.

Porque esta calle, situada justo al pie de la colina de la Alhambra, permite ver en parte la alargada y escalonada silueta de este exquisito conjunto monumental que se perfila libremente a la derecha de nuestro recorrido sobre el pequeño bosquecillo que, salpicado entre rocas y malezas, trepa hasta los pies de la histórica fortaleza.

Por su parte, todo el lado opuesto y situado a nuestra izquierda, a lo largo de la calle, lo constituye el frente del caserío único del Albaicín, desde donde a su vez suben estrechas callejuelas que se pierden en el laberinto de quiebros y curvas creado por el urbanismo hispanomusulmán de la época.

Pero aún hay más, pues al espectacular marco geográfico de la calle hay que sumarle su propia arquitectura. La calidad de las viejas casonas, iglesias, palacios y conventos que se asoman a ella son un buen reclamo cultural y artístico que ostenta una considerable parte de sus edificios, bastantes de ellos hoy declarados como Bien de Interés Cultural, y que en su conjunto merecen una detenida visita.

Algunos de estos importantes edificios se citan a continuación.

Puntos de interés

Iglesia de Santa Ana

iglesia de Santa Ana, al inicio de la Carrera del Darro.

Se erige en el año 1537 según proyecto de Diego de Siloé, el artista de más renombre de la época en su zona, en el solar donde anteriormente se encontraba un oratorio islámico, la mezquita Al-jama Almanzora, y consta básicamente de una sola nave a la que se le adosan capillas laterales y una excelente Capilla Mayor.

De aquella anterior mezquita se conserva hoy su alminar, una bella torre de ladrillo de gran esbeltez, donde se superponen hasta cuatro tramos de huecos centrados en su cara principal, sabiamente organizados de menor a mayor en su orden de altura, todos con sutiles elementos decorativos a modo de alfiz que los enmarcan superiormente.

Destaca su excelente portada principal de estilo renacentista, trazada por Sebastián de Alcántara en el año 1542 y terminada más tarde por su hijo Juan de Alcántara en 1547; corriendo a cargo de las imágenes el escultor Diego de Aranda.

Baños árabes del Bañuelo

Interior de los baños árabes del Bañuelo, de Granada.

Situados en el frente del lado del Albaicín, es ésta una interesante construcción zirí, que al parecer data de principios del siglo XI.

El edificio es de pequeña entidad, con dos plantas de altura y una fachada muy discreta que combina el ladrillo visto con paños enfoscados donde se abren pequeñas ventanas de madera. El acceso a su interior es de pequeñas dimensiones, a través de un pequeño paso lateral paralelo a la propia calle.

En su interior cuenta con pequeñas salas previas y una sala principal de planta rectangular con galerías de arcos, en un conjunto que está formado por muros de hormigón y bóvedas de ladrillos con tragaluces octogonales en forma de estrella.

Pueden verse arquerías de herradura apoyadas sobre columnas y capiteles romanos, visigodos, califales e incluso alguno contemporáneo.

En una pieza al fondo y enterrada se encontraban la caldera y el horno, y otra . estancia abovedada para servicios auxiliares, que hoy aparece descubierta, aunque se pueden verse los arranques de la bóveda.

Casa de Castril

Relieve plateresco en la portada de la Casa de Castril de Granada.

Casa nobiliaria construida sobre el año 1539 que perteneció a la familia Zafra, señores de Castril, cuyo escudo se conserva sobre la portada, en la fachada.

Del exterior de esta casa, cuyas trazas se atribuyen a Sebastián de Alcántara, destaca poderosamente la atención su magnífica portada plateresco-renacentista.

Su composición en tres cuerpos superpuestos ocultan la desigual altura de las dos plantas del edificio. La abigarrada ornamentación plateresca que la recubre representa toda una alegoría que viene a mostrar al señor de la casa como al héroe cristiano que espera -al igual que el ave Fénix que aparece situado en la parte más alta de la composición- su triunfo sobre la muerte.

En esta interesante mansión quedó instalado el Museo arqueológico Provincial de Granada en el año 1879, por lo que muestra en sus diferentes salas una importante colección de objetos diversos que abarcan desde la prehistoria hasta el siglo XVI, correspondiendo a las culturas fenicias, ibérica, romana, visigótica, árabe, mudéjar y renacentista.

Convento de Santa Catalina de Zafra

La alargada fachada del convento de Santa Catalina de Zafra, de Granada, emplazado junto al río Darro.

Fundado en el año 1520 a instancias de don Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, y de su mujer doña Leonor, en unas casas de su propiedad donadas por los Reyes a cambio de otras en el Albaicín que la Reina destinó para la construcción del actual convento de Santa Isabel.

Pertenece a monjas dominicas, quedando acabado en el año 1540.

Su alargada fachada de ladrillo, de dos plantas de altura, le hace inconfundible dentro de la imagen global de la calle. De ella destaca su portada renacentista de dos cuerpos de altura que preside una hornacina flanqueada entre escudos sobre el hueco acabado en medio punto. También destaca su torreón de cinco plantas, que rompe la horizontalidad del conjunto.

Iglesia de San Pedro

Reja, portada y torre de la iglesia de San Pedro de Granada.

Se trata del primer templo de Granada que conjuga una planta de cruz latina con otra de tipo rectangular, propia de las iglesias denominadas "de cajón".

Edificada entre los años 1559 y 1567 a los pies de La Alhambra, sobre el solar de la Mezquita de los Baños, está constituida por una amplia y única nave nave a la cual se abren distintas capillas laterales a ambos lados, en un conjunto que combina elementos de estilo renacentista (portadas) con otros de estilo mudéjar (cubiertas y torre).

Consta de dos portadas de acceso, siendo la principal y más habitual la que se levanta a los pies del templo. Ambas portadas conjugan el estilo clasicista introducido por Diego de Siloé con la estética propia del manierismo.

Del interior destacan las magníficas armaduras de madera de ascendencia mudéjar con con que se cubren la nave y el presbiterio.

Puente del Cadí

Restos de la Puerta de los Tableros, también conocida como Puente del Cadí.

A la orilla opuesta del río se ven los restos del Puente de Cadí, que unía la Alhambra con el Albaicín.

También conocido como la Puerta de los Tableros, de aquél puente hoy solo queda una parte del arco de herradura de la puerta que lo defendía arrancando de una torre poligonal que se unía a la muralla y enlazaba con la de la Alhambra.

De estilo zirí, esta puerta y puente, de uso militar, se utilizó para enlazar losdos dispositivos para el suministro del agua (corachas) situados a ambos lados. Una reja dispuesta sobre el cauce del río permitía el paso del agua pero no de posibles intrusos.

Al parecer el puente se construyó en el siglo XI por el cadí del rey Badis. Al extremo opuesto de la calle y sirviendo por este lado de apoyo al puente, existía otra torre y otra puerta, a la que llegaba la muralla de la Alcazaba del Albaicín, de forma que el puente era aquí límite para la ciudad y defensa de la entrada a ella por el río.

En su base aún se ve una puerta, tapiada, que daba acceso a unas escaleras internas y que servía para coger agua del río en caso de emergencia.

Convento de San Bernardo

Portada del convento de San Bernardo de Granada.

Este convento granadino fue construido durante el siglo diecinueve, aunque su fundación es muy anterior, ya se remonta hasta el siglo XVI, la época de máximo esplendor de en lo que se refiere a la edificación de conventos en la ciudad.

En este monasterio, a la propia austeridad de la Orden del Cister se le suman los planteamientos arquitectónicos racionalistas del neoclasicismo, que se aplican sobre la tipología conventual del tradicional barroco granadino.

Todo ello incide de modo particular en la concepción de su claustro central de planta cuadrada, su iglesia organizada según una única nave con coro alto y coro bajo, y la capilla mayor que aparece cubierta con una cúpula semiesférica.

Su exterior es extremadamente austero y en él solo destaca la sencilla portada de acceso, donde un hueco acabado en medio punto aparece flanqueado entre pilastras planas que soportan un ligero entablamento sobre el que se muestra un pequeño cuadro superior.

Casa de las Chirimías

Fachada a la carrera del Darro de la Casa de las Chirimías, de Granada.

Con tres plantas de altura, esta es la última casa de la calle y se ubica en esquina con fachada también al Paseo de los tristes.

La casa fue construida en el año 1609 por el Ayuntamiento de Granada en terrenos cedidos por los Señores de Castril, como mirador para las chirimías y trompetas que animaban los espectáculos que se celebraban en el Paseo de los Tristes. En la planta baja se ubicaban el corregidor y los aguaciles, en la primera el alcalde y los Caballeros Veinticuatro (concejales), y en la superior los músicos que amenizaban los juegos de cañas y toros.

A principios del siglo XIX el edificio fue adquirido por las monjas de la Magdalena -Agustinos Recoletos-, que a su vez lo alquilaron posteriormente. La casa pasó entonces de ser una balconada de música a una vivienda, soportando notables alteraciones y quedando desfigurado y oculto y casi inexistente para la mayoría de los granadinos.

En 1982 el Ayuntamiento de la ciudad llevó a cabo su rehabilitación, tomando entonces el aspecto que hoy tiene.

Bibliografía

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